Alianza de gigantes asiáticos
El aumento del comercio entre China e India, que se ha triplicado en cinco años, no ha acabado con una desconfianza de décadas. China quiere abrir negociaciones para un tratado de libre comercio durante la visita que inicia hoy el presidente Wen Jiabao a Nueva Delhi que se resiste al acuerdo. Sin embargo, los dos países saldrían ganando.
El conflicto fronterizo de 1962 ha dejado unas relaciones díscolas, aunque en algunas cosas están de acuerdo. India ayudó a China a parar un acuerdo sobre cambio climático en Copenhague que consideraban blando con los países ricos. Y empresas estatales han colaborado en ofertas conjuntas sobre activos de petróleo y gas.
Mientras tanto, se han beneficiado del aumento del comercio, aunque un acuerdo podría parecer desigual. El déficit comercial de India con China ascendió a 16.000 millones de dólares entre 2007 y 2008 frente a los 1.000 millones de 2001. Un acuerdo podría ampliarlo.
Pero a la larga, India ganaría, pues las ventas a China han crecido con fuerza. Los productos baratos chinos no son una competencia para el pujante sector servicios de India o sus farmacéuticas. Además, puede sacar ventaja del aumento de los costes salariales en el sector manufacturero chino y de su menor renta per cápita. Y la tecnología china puede ayudar a desarrollar fábricas modernas en India a costes razonables.
Deshacer la desconfianza llevará tiempo, especialmente con un yuan que se resiste a apreciarse. El libre comercio entre las dos superpotencias asiáticas es una meta lejana, pero vale la pena impulsarla.
Wei Gu