El precio de la uva enfrenta a viticultores y bodegueros
Las diferencias entre viticultores y bodegueros de Rioja sobre los precios de la uva y el control de excedentes han impedido la aprobación de los presupuestos del Consejo Regulador. El bloqueo resulta particularmente grave ya que de los 13,7 millones de euros presupuestados por la organización, 9, 6 millones de euros se destinan a las acciones de promoción.
Estas campañas son, en buena medida, responsables de que las bodegas riojanas estén sorteando la crisis mucho mejor que sus competidores. Hasta octubre, las ventas de Rioja han experimentado un crecimiento del 12,5% y si el mercado no se tuerce, se prevé cerrar 2010 con la colocación de unos 260 millones de litros, de los que un tercio correspondería a exportaciones.
Presupuestos
Para aprobar los presupuestos de 2011, los viticultores exigen, además de precios rentables para la uva, medidas para evitar que el fruto quede en el campo y propicie eventuales ventas clandestinas, así como precisar los rendimientos de producción en la próxima campaña y establecer un contrato tipo condicionado a la recepción de ayudas públicas por parte de las empresas bodegueras.
Una plataforma cuya aceptación tropieza con serias dificultades. El establecimiento de tarifas mínimas pactadas vulnera los principios del libre mercado y la pretensión de referenciar contratos a precios choca con la normativa vigente.
Pero las principales dificultades son de índole práctica. Como señala el presidente del Consejo Regulador, Víctor Pascual, "sufrimos una situación inesperada, ya que ni el plan estratégico, elaborado en 2005, ni nadie, preveía el derrumbamiento del consumo provocado por la crisis económica".
Añade el presidente del Consejo Regulador que "si no hubiera sido por las acciones de promoción, el deterioro hubiera sido muchísimo mayor. Yo estoy convencido de que la cordura acabará imponiéndose y que el acuerdo llegará, porque ambas partes saben lo mucho que está en juego".
Depreciación
Frente a la cotización de 1,95 euros por kilo de uva, alcanzada en el año 1999, los viticultores tienen hoy serias dificultades para superar los 0,70 euros, lo que da idea del desplome.
El sector productor asegura que se han suscrito operaciones en las que ni siquiera han llegado a cubrirse los costos de producción. En el otro lado del conflicto se sitúan unas bodegas que sufren problemas de liquidez, derivados por la escasez de crédito en los mercados. Encontrar, por tanto, un punto de encuentro entre ambos intereses resulta en estos momentos extremadamente difícil.
Un sector clave para la economía
El sector del vino supone el 15% del producto interior bruto (PIB) de La Rioja, lo que hace imprescindible el acuerdo entre bodegueros y viticultores. Ninguna de las partes quiere paralizar el Consejo Regulador, una institución clave para la Denominación de Origen. Eso es algo que ambas partes tienen muy claro. Pero, aunque el mercado acompaña, ambas partes están en una situación difícil y ello alimenta el enfrentamiento.El viñedo ha ido ganando espacio a otros cultivos, amparado por el reconocimiento del mercado interior y el avance de las exportaciones. Si los productores subrayan que soportan precios por debajo del 60% de los pagados hace 10 años, los bodegueros aseguran que están sacrificando márgenes para posicionarse en los mercados.Los costos de producción de la uva, según las estimaciones de la Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja, vendrían a oscilar entre los 0,50 y 0,60 euros kilo.Sin embargo, otros estudios sitúan entre 0,80 y 1 euro el precio que los agricultores deberían percibir para situar sus explotaciones en umbrales de rentabilidad.Mientras los viticultores concretan sus pretensiones, el Consejo Regulador ha subrayado que "deben pagarse precios justos", una declaración demasiado ambigua para estos tiempos revueltos.