El eurobono, la solución para los países en apuros
La creación de unos bonos comunitarios, respaldados por la eurozona en su conjunto, podría ser una solución muy útil para los países que están en el punto de mira de los mercados financieros, como le ha ocurrido últimamente a España. El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se asoció el lunes con el ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, para publicar una tribuna en el diario Financial Times defendiendo el concepto.
La idea fue acogida con frialdad entre los ministros de Economía, pues nadie quiere verse señalado como un país ansioso por camuflar sus problemas en el maremágnum de un eventual eurobono. Alemania, que está en plena fase de despegue económico y es quien manda en la UE, no quiere ni oír hablar del tema. De hecho, las abismales diferencias económicas y de percepción de riesgo entre los distintos países que componen la eurozona están siendo muy ventajosas para Alemania, que con tipos que han llegado a estar en el 2,116% en el bono a 10 años, se financia en el mercado al precio más bajo desde la caída del Muro de Berlín (1989).
En 2011, los cinco países más señalados por los mercados (España, Italia, Irlanda, Grecia y Portugal) afrontan unos vencimientos de deuda pública de un importe superior al medio billón de euros, según datos de la agencia Bloomberg, de los que la mayor parte corresponden lógicamente a Italia (287.660 millones) y España (148.700 millones).
La búsqueda de liquidez y seguridad por parte de los inversores amenaza con volver a castigar a estos países. En el caso del Tesoro español, los intereses de la deuda son un 76% superiores a los que paga Alemania (5,2% frente al 2,9%). Los inversores exigen más rentabilidad a los bonos españoles porque creen que, dadas las circunstancias económicas, el Tesoro puede tener problemas de liquidez que, llevados a un caso extremo, podrían llegar a convertirse en dificultades de solvencia.
El resultado final es una profecía autocumplida. El mercado teme que España pase problemas. La penaliza por ello, elevando el coste de la deuda hasta niveles difícilmente soportables y esta situación termina generando efectivamente problemas de liquidez para el país.
España está atrapada en un círculo y necesita romperlo. En esa línea van acciones de austeridad y privatizaciones como las aprobadas la semana pasada, que han "impresionado" al Eurogrupo, en palabras del propio Juncker. Pero puede no ser suficiente, porque el mercado ya ha probado sobradamente, primero con Grecia y después con Irlanda, su capacidad para crear corrientes de tendencia difícil de revertir.
En esa coyuntura es en la que puede tener encaje la propuesta de los eurobonos y ya hay mucho trabajo intelectual al respecto. Una de las ideas más sugerentes es la desarrollada por el think tank internacional Bruegel, que ha sido la referencia de Tremonti para el artículo que previamente publicó en Il Corriere della Sera.
Bruegel propone la creación del llamado blue bond, de máxima calidad y bajo el que los Estados de la eurozona emitirían hasta el 60% de sus necesidades de financiación en deuda sénior a un precio más que razonable, gracias al incremento de liquidez generado y al paraguas del respaldo comunitario. "El blue bond podría tener un tamaño de 5,6 billones de euros, que es cinco veces el mercado actual para el bund alemán y casi tan grande como el del Tesoro de EE UU", explica el think tank. Desde Bruegel se argumenta que la creación de un nuevo bono con una dimensión suficiente para competir con los Treasuries americano redundaría en unos menores costes de financiación.
La otra cara del asunto sería el 40% restante, que adquiriría la denominación de deuda roja, que son los bonos júnior, emitidos individualmente con el aval de cada Estado. "Esto podría conducir a nuevos ataques contra algunos países, dado que los mercados esperarían en buena lógica potenciales pérdidas reestructuraciones en los bonos rojos", reconoce el analista de Bruegel Zsolt Darvas. "Por eso, su introducción debe ser planteada muy cuidadosamente con detalles de los compromisos del Estado emisor", señala Darvas.
Muchos analistas señalan que la política económica única es el paso lógico para la eurozona. Pero... "Todo depende de Alemania", admite Darvas. Y la canciller Angela Merkel no está de momento por la labor.