La tecnología de Corea se asoma al escenario de la tensión bélica
La escalada de las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur puede suponer un riesgo para el conjunto de la economía de este último, y afectar a sus industrias, entre las que destaca el mundo de la tecnología, probablemente uno de los que más ha brillado en los últimos tiempos. No es para menos. De la mano de LG y Samsung, el país vende más del 25% de los móviles del mundo y en torno al 35% de los televisores planos; además de producir cerca del 50% del total de los semiconductores.
Con este panorama, los 100.000 kilómetros cuadrados de superficie de Corea del Sur (la quinta parte de España) dejan muy cerca de los teatros de operaciones a algunos de sus principales bastiones tecnológicos. De hecho, la propia Seúl, gran núcleo económico e industrial, está a cerca de 70 kilómetros de la frontera. "Los lugares de los bombardeos están a dos horas en coche de Seúl", dicen fuentes del sector.
En este sentido, hay casos paradigmáticos. La fábrica de LG Display en la localidad de Paju está casi colindante con la frontera de Corea del Norte, de hecho, desde su piso superior se ve el país vecino, incluso se observa una bandera nacional del Estado de Pyongyang. La planta es uno de los principales centros de la empresa (ha invertido en su desarrollo más de 6.000 millones de dólares) y allí se fabrican pantallas planas LCD para televisores, PC, móviles... no solo para LG sino también para clientes como HP, Apple y Sony, entre otras. En total, LG Display tiene siete centros de producción y cinco instalaciones de ensamblaje repartidos por la propia Corea, China y Polonia.
LG, además de su sede de Seúl (las LG Twin Towers), posee la fábrica de móviles de Pyeongtaek, situada en la zona sur de la capital surcoreana, con 30 líneas de ensamblaje y más de 2.600 empleados. El centro es clave para la empresa, que tiene otras cuatro fábricas repartidas entre China, India y Brasil. Y como tercer símbolo de su avance, su filial LG Chemical tiene un gran centro de investigación en Daejeon, localidad situada en el centro del país, desde donde se crean componentes para todas las filiales del grupo.
Pero LG no es la única afectada. Su rival Samsung Electronics, que compite con HP por ser la primera tecnológica mundial por volumen de negocio, también ha realizado un gran despliegue en los últimos años. Dirigida desde su sede en la Samsung Town de Seúl, el grupo tiene al menos nueve centros de producción en el país, que cubren sus distintos negocios de electrónica: televisores, ordenadores, móviles, tablets... y por supuesto semiconductores.
Uno de los puntos principales es el Giheung Complex, con cerca de 30.000 trabajadores, que es uno de los mayores centros de fabricación de chips de todo el mundo. Y es que Samsung, además de ser uno de los líderes en la fabricación de televisores y el segundo fabricante mundial de móviles por detrás de Nokia, es uno de los principales productores de semiconductores. Samsung produce para sí misma y también para muchos grupos. Por ejemplo, ha suministrado la memoria flash y diversos procesadores para el iPhone 4 de Apple.
La compañía, que aprobó este año un plan de inversiones de 22.900 millones de dólares en la mejora de su producción y en el desarrollo del I+D, tiene centros de producción y ensamblaje en China, India, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia, Vietnam, Rusia, Hungría, Eslovaquia, Polonia y EE UU (la única de chips fuera de Corea).
El tercer gran grupo tecnológico surcoreano, el fabricante de chips Hynix Semiconductor, también tiene en el país sus principales centros de producción e I+D. La empresa, cuya sede también está en Seúl, tiene dos plantas de producción de semiconductores en Icheon, próxima a la capital, y en Cheongju, al este de la citada ciudad. Hynix fabrica componentes para compañías como HP, para IBM en el área de servidores y para diversos portátiles de Apple, entre otras.
Peso en la tecnología global
En definitiva, las tensiones entre los dos países vienen a amenazar a una de las regiones que más ha avanzado en la tecnología global. Sin ir más lejos, Goldman Sachs señalaba recientemente que Corea del Sur invierte al año en torno a 50.000 millones de dólares en I+D, con un incremento anual del 8% durante la última década, por encima del 3,2% de media registrada por el conjunto de los países del G-7.
Y el peso para las industrias tecnológicas ha ido también en aumento. En el primer semestre de 2010, según el Ministerio de Conocimiento Económico, las exportaciones de productos de alta tecnología batieron el máximo histórico al superar los 72.900 millones de dólares, un 3,8% más que en el mismo periodo en 2008, año del anterior récord. Sin duda, una relevancia cada vez mayor en la industria TIC, puesta en jaque tras el desencadenamiento de los incidentes por parte de Corea del Norte.