La UE suprime el secreto bancario para los casos de evasión fiscal
Ningún país de la UE podrá invocar el secreto bancario para negarse a facilitar información sobre los contribuyentes de otro Estado, según decisión aprobada ayer por el Ecofin. Bruselas confía en que el histórico acuerdo mejore la lucha contra la evasión fiscal y ayude a los Gobiernos a sanear sus cuentas públicas.
Por unanimidad y después meses de frustradas negociaciones, el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) pactó ayer el texto de una nueva directiva para luchar contra la evasión fiscal.
La ley, que se aprobará de manera formal en las próximas semanas, elimina el secreto bancario para los casos en que un país sospeche que uno de sus contribuyentes traslada a otro país depósitos o rendimientos con el objeto de evadir impuestos.
"Los evasores fiscales ya no podrán explotar el secreto bancario", señaló al término del Ecofin el comisario europeo de Fiscalidad, Algirdas Semetas. El presidente de turno del Ecofin, el ministro belga Didier Reynders, destacó que la nueva norma "será importante en la lucha contra la evasión fiscal y en los esfuerzos de consolidación presupuestaria".
Para la vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Economía, Elena Salgado, la nueva directiva acuerdo "será muy beneficioso para nuestras administraciones tributarias".
Reynders, que con el acuerdo ha vuelto a demostrar su capacidad negociadora, recordó que "el proyecto ha llegado una y otra vez a la mesa del Ecofin desde el pasado mes de septiembre". Y una y otra vez, el texto era vetado por países como Luxemburgo, cuyo PIB depende en gran medida de un sector financiero atraído por la opacidad fiscal del Gran Ducado.
La delegación luxemburguesa aceptó ayer por fin la norma, aunque ha logrado que, de momento, el intercambio de datos no sea automático y que la colaboración entre las autoridades tributarias sea caso por caso.
Para lograr los detalles bancarios, las autoridades interesadas deberán identificar exactamente al contribuyente y comunicar con qué objeto impositivo se desea recabar la información. Si se cumplen esos dos requisitos, las autoridades del refugio fiscal no podrán negarse a facilitar la información en un plazo determinado aunque en es país exista todavía el secreto bancario (como es el caso de Luxemburgo y Austria).
Además, la directiva prevé que a partir de 2015 el intercambio de información será automático (sin necesidad de solicitud previa) para cinco de las siguientes categorías de ingresos: salarios, primas de ejecutivos, dividendos, rendimientos de capital, royalties, algunos seguros de vida, pensiones y propiedad o rendimiento de propiedades inmobiliarias.
Dos años después, en 2017, la Comisión Europea deberá realizar un informe y proponer, si lo considera oportuno, la posibilidad de extender el intercambio de información automática a las ocho categorías.
Bruselas subraya que estos cambios suponen una transformación radical de la directiva que desde 1977 regía la cooperación administrativa en la lucha contra el fraude, un texto que se ha quedado obsoleto como consecuencia de la mayor movilidad de los contribuyentes y el aumento en el número de transacciones transfronterizas.
La cifra
250.000 millones de euros son las pérdidas de ingresos fiscales anuales estimadas en la UE como consecuencia de la evasión o el fraude.
El Ecofin aprueba el rescate de Irlanda
Los ministros de Economía de la UE (Ecofin) y de la zona euro (Eurogrupo) aprobaron de manera oficial ayer y anteayer, respectivamente, el rescate de Irlanda, un programa dotado con 85.000 millones de euros que cubrirá las necesidades de financiación del Estado irlandés durante dos años (50.000 millones), permitirá la recapitalización inmediata del sector financiero de la isla (10.000 millones) y creará una reserva para posibles dificultades en las entidades bancarias (25.000 millones).El plan supone el estreno de los mecanismos de rescate creados este año a raíz de la crisis griega, que disponen de una capacidad de financiación de casi 500.000 millones de euros. Irlanda absorberá 40.165 millones de esos fondo, porque el resto del rescate lo cubrirá el FMI (22.500 millones) y préstamos bilaterales de Reino Unido, Suecia y Dinamarca (4.835 millones entre los tres estados). Los 17.500 millones restantes los aportará la propia Irlanda.La UE considera que este reparto deja casi intacto los fondos de rescate, por lo que descartaron ampliarlo de momento. Los ministros también dieron por terminado el riesgo de contagio de la crisis irlandesa a España, tras un programa de consolidación fiscal por parte del Gobierno que calificaron de "impresionante".