En busca de más oportunidades
Más de doscientos mil españoles, mayoritariamente jóvenes, han dejado el país en los últimos tres años para buscar la oportunidad laboral que se les negaba en el mercado nacional. Y lo han hecho de forma más convincente los colectivos con mayor grado de preparación, precisamente en la generación con más alto porcentaje de personas con formación superior, aunque la salida de las élites mejor formadas, las personas con doctorado, ha sido una práctica común durante toda la década.
España tiene que reflexionar sobre las oportunidades laborales que proporciona a su población; pero debe acomodar también los itinerarios formativos a la oferta que muestra el mercado de trabajo, para evitar, en la medida de lo posible, frustraciones colectivas. Hoy por hoy existe una flagrante descompensación entre el grado formativo y la cualificación exigida para la mayoría de las ocupaciones, como consecuencia de un sistema productivo excesivamente centrado en servicios de bajo valor añadido, y solo unos pequeños oasis de empresas que requieren formación exigente y realmente cualificada. Ahora hay un problema cuantitativo de empleo, pero su resolución debe ir acompañada también de un fortalecimiento del tejido empresarial en sectores de alto valor añadido, y no resignarse a ser solo un país de servicios.
