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Michael J. Kowalski. Presidente de Tiffany & Co.

"Estudiamos ampliar la red con tiendas en aeropuertos"

A pesar de la crisis, la joyería confía en el mercado español con la apertura de su segunda tienda, en Barcelona.

La gente sigue atraída por los productos de gran belleza, incluso en tiempos de dificultad. Michael Kowalski habla de optimismo momentos antes de inaugurar la tienda del paseo de Gracia de Barcelona. La reputada firma de joyería, famosa por sus colecciones de anillos de compromiso de diamantes o por los colgantes de oro de la diseñadora Elsa Peretti, ya piensa en incrementar su red, con la posible apertura en aeropuertos y centros comerciales. En el corto plazo, pretende consolidar el establecimiento abierto en Madrid en 2008 y observar lo que ocurre en la capital catalana.

¿Cómo ha evolucionado la primera tienda madrileña?

"Estamos muy contentos con los resultados obtenidos en la tienda de Madrid durante 2010, tras un inicio difícil"

Formulamos nuestros planes de crecimiento con base regional. Hemos elaborado una estrategia europea muy agresiva, porque es una de las zonas más importantes del mundo. En el último año ha crecido tanto como Asia. Tenemos pensado abrir más establecimientos e incrementar nuestra ventas en el continente europeo. España es una parte muy importante. Abrimos nuestra primera tienda en Madrid en 2008 en el peor momento posible. El primer año fue muy problemático, complicado, pero estamos muy contentos con los resultados obtenidos en Madrid durante 2010, tras estos inicios difíciles. Y somos muy optimistas de cara a lo que sucederá aquí, en Barcelona.

Las siguientes aperturas, ¿dónde serán, en otras capitales?

No estoy seguro. Aún no hemos llegado a este nivel de detalle. Estamos barajando posibilidades.

¿Se podría optar por abrir una segunda tienda en Madrid?

Sí. Sería una alternativa. Veremos cómo va Barcelona y dejaremos que Madrid madure un poco más...

Pero, ¿cuál es la estrategia, instalarse siempre en el centro de las ciudades, en centros comerciales...?

La primera tienda de cada ciudad la solemos abrir en el centro, en la calle más prestigiosa. Por ejemplo, en Londres no sorprenderá que la primera se abriera en Old Bond Street, luego abrimos otra en un centro comercial. En París, hicimos lo mismo, y en Zúrich también nos instalamos en la avenida de más prestigio, pero la segunda tienda la abrimos en el aeropuerto.

¿Podría repetirse este esquema en el mercado español?

Es posible. Pero no lo tenemos identificado.

Entonces, quizás tocaría una segunda tienda en los aeropuertos de Madrid o Barcelona...

Podría ser. Estudiamos ampliar la red con tiendas en los aeropuertos.

Con la historia más que centenaria de la empresa, ¿por qué se ha tardado tanto en entrar en Europa?

Durante la mayor parte de nuestra singladura nos hemos centrado en Estados Unidos. El 80% de nuestro negocio se producía ahí y el resto mayoritariamente en Japón. Es verdad que hemos subestimado nuestras posibilidades en Europa, puesto que no fue hasta 1986 que no abrimos nuestra primera tienda en Londres, y después en Zúrich, Fráncfort y Múnich. Durante los primeros 10 años, la evolución económica de estos establecimientos fue muy lenta. Estábamos un poco desalentados. No fue hasta hace cinco o seis años cuando realmente la progresión económica empezó a mejorar. Con todo, somos una compañía financieramente muy disciplinada, e insistimos en que nuestras tiendas deben arrojar beneficios en los dos primeros años de operación. También es por eso por lo que hemos esperado tanto.

En Europa arrecian las turbulencias financieras. ¿Han escogido el mejor momento para invertir?

Siempre nos gusta tener una visión a largo plazo. Incluso en los peores momentos de la crisis en Estados Unidos en 2008 continuamos abriendo tiendas. En tiempos muy complicados como los actuales hemos sido capaces de incrementar cuota de mercado. La gente busca marcas en las que pueda confiar, quiere rodearse de menos cosas pero más especiales, objetos que representen un legado, un patrimonio, auténtico lujo. Un valor que dure años, generaciones. Por lo tanto, la crisis actual ha supuesto una oportunidad.

Y en el mercado español...

La visión en España es comparable con la de Estados Unidos en septiembre de 2008, cuando había un pesimismo muy generalizado y la gente pensaba que el mundo había cambiado para no volver a ser nunca más el mismo. Hemos visto en el último año que el optimismo ha crecido. Llevará tiempo, pero creemos que a la gente le seguirán interesando los productos de gran belleza e innovación. Basta con ver las ventas del iPad en Estados Unidos el año pasado, que se dispararon a pesar de la situación tan difícil que se vivía.

"La marca es la misma en todo el mundo"

¿Los gustos de la joyería de lujo son muy diferentes en Estados Unidos y Europa? El concepto de Tiffany y de la marca es el mismo en todo el mundo. Uno de los grandes factores de éxito en Europa durante los últimos 10 años ha sido la aceptación generalizada de nuestra amplia línea de productos, que también cuenta con una extensa gama de precios. La plata y los diamantes han crecido mucho en el conjunto europeo.¿El sector del lujo se vuelve un valor refugio en tiempos de crisis? Sin duda. Hay personas que se mueven por la idea del valor de ahorro. Pero en el caso de Tiffany supone un porcentaje reducido. Independientemente del precio del metal o de la piedra preciosa de que se trate, nuestros compradores compran mayoritariamente por la belleza del objeto y por la conexión emocional que tendrá con un acontecimiento importante de su vida.¿Existen marcas blancas en este sector?Siempre han existido. La joyería se ha basado en el distribuidor hasta que aparecieron las grandes marcas como Tiffany o Bulgari en los últimos 50 años. Lo que necesita el comprador es confiar en la compra, porque en muchas ocasiones se trata de una adquisición a ciegas. Las marcas han tenido la oportunidad, gracias a esta generación de confianza, de incrementar cuota frente a las marcas blancas, porque en la adquisición puede crearse confusión. Es evidente que existe esta competencia, que incluso puede ampliarse. Pero lo que pensamos que queda claro es que se invertirá la situación en el mercado a favor de la marca blanca.¿Qué cuota de mercado pretenden captar en el mercado español?Pues no tengo la menor idea. Es muy difícil establecer una cifra en un sector como el de la joyería, que se caracteriza por su diseminación. En cualquier caso, nosotros estamos empezando.

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