Los servicios públicos de empleo en la UE
Los servicios públicos de empleo (SPE) son determinantes para hacer frente tanto a los periodos de crecimiento económico como los de crisis. Su contribución es fundamental para gestionar los cambios que se producen en el mercado de trabajo. Además, son un factor importante en el ámbito local para la puesta en práctica de la política de empleo.
Sin embargo, determinados expertos indican que el Sistema Público de Empleo (integrado por comunidades autónomas y Administración central) es ineficiente y comparado con otros organismos europeos su funcionamiento es peor. Pero estas afirmaciones están lejos de la realidad.
A los SPE se les podrá exigir un mejor funcionamiento de su gestión, discrepar es legítimo, pero intentar vender la idea de culpar a los SPE del aumento del desempleo no es justo. Los SPE no pueden por sí solos crear empleo.
El aumento del desempleo no es debido a que los SPE no intermedien lo suficiente sino por la reducción creciente de ofertas de puestos de trabajo. De tal modo que éstas no logran compensar el fuerte aumento de despidos, sobre todo por la finalización de contratos temporales, como consecuencia de la vinculación del actual modelo productivo (ocupaciones intensivas en mano de obra y con escaso valor añadido) al mercado de trabajo (salarios bajos, con falta de cualificación y elevada precariedad). Es decir, son muchas más las personas que llaman a la puerta de las empresas y no consiguen un empleo que las que lo consiguen.
En este contexto, en la Unión Europea, para dar respuesta a la rápida evolución del mercado laboral, se están realizando esfuerzos para reforzar los SPE, modernizando sus estructuras organizativas para que proporcionen un mejor modelo de gestión que pueda hacer frente al reto de los cambios. Todo ello ha tenido como principal consecuencia el desarrollo de la descentralización y una ampliación del margen de maniobra de los SPE para concentrar en el mercado de trabajo local los recursos disponibles.
Así, se están ampliando los acompañamientos personalizados de empleo, los servicios por internet, la formación para el empleo y se vincula, cada vez más, una mejor gestión de la prestación económica con formación para alcanzar una mayor empleabilidad junto con la búsqueda activa de empleo.
De este modo, Francia, en 2009, con el objetivo de mejorar la eficiencia de los SPE, fusiona la Agencia Nacional para el Empleo (encargada de las políticas de colocación) y los servicios de prestaciones económicas por desempleo (Unidic). Con ello se pretende simplificar las gestiones de los solicitantes de empleo y subsidios a través de un servicio personalizado. Cada persona desempleada tiene un asesor personal que le ayuda en la búsqueda de empleo, orienta hacia formaciones adecuadas y gestiona las prestaciones por desempleo. Cada agente atiende a 30 personas, frente a 60 antes de la reforma. Los agentes (50.000 personas) del nuevo servicio creado (Pôle Emploi) realizan tareas de colocación, acompañamiento individualizado y reconocimiento de las prestaciones económicas por desempleo.
En Alemania, en 2004, la Ley Hartz reestructuró la Agencia Federal para el Empleo (100.000 personas) ampliando las agencias locales llamadas jobs centers. Es el resultado de la transformación del SPE en un órgano de Derecho público con una gestión por objetivos. A su vez, se acompaña por otras reformas como la fusión de la ayuda social con el paro de larga duración. Las funciones de prestaciones económicas a los desempleados, colocación y formación se realizan íntegramente en los mismos espacios físicos.
La creación de ocupación se debe complementar con políticas activas de empleo y con un reforzamiento de los SPE. En caso contrario se corre el riesgo de que con una reactivación de la economía no se cree el empleo suficiente y, por lo tanto, no se reduzca considerablemente la tasa de paro. En este sentido, la contribución de los interlocutores sociales es de vital importancia. Debemos aspirar a construir una sociedad cohesionada en la que se capacite a las personas para prever y gestionar el cambio participando activamente en la sociedad y la economía.
Intentar culpar a los servicios públicos de empleo del aumento del desem-pleo no es justo"
Vicente Castelló. Profesor de la Universidad Jaume I