Ordóñez pone fin a las fusiones frías al pedir más concentración
Las fusiones frías de las cajas de ahorros españolas son casi una quimera. Las últimas instrucciones del Banco de España para acelerar los procesos de concentración y la situación de los mercados han obligado a las cajas a ceder todo el poder a los bancos que actuarán de cabecera, olvidando la idea inicial de mantener la independencia en su zona original.
Si al mercado ya le cuesta entender lo que son las cajas de ahorros, imagina con un SIP". La frase es de un directivo de una de las cajas de ahorros española que participa en uno de los procesos de concentración que se han venido en bautizar como fusiones frías, ya que no implican la desaparición de la entidad, sino su participación en un Sistema Institucional de Protección (SIP) donde comparten riesgos y beneficios.
Este proceso fue elegido por la mayoría de cajas en España para hacer frente a la necesidad de concentración del sector, como alternativa a las fusiones puras y duras. Desde el principio, se vendió como la solución a los problemas que generaba un proceso de unión de cajas, especialmente las de distintas comunidades autónomas, ya que mantenía la estructura de cada una de las entidades que participaban. Por encima se creaba sociedad cabecera, un banco, al que se le transferían algunas competencias -especialmente las vinculadas a la gestión del riesgo- y se mutualizaban parte de los beneficios.
Sin embargo, el endurecimiento de las condiciones del mercado y las reticencias expresadas por el Banco de España sobre el poder que podían mantener las cajas de forma individual, han modificado el panorama.
"Lo que todo el mundo pensaba y sabía que iba a ocurrir en unos años, que era que el SIP, y por tanto el banco común, acabara diluyendo el papel de las cajas que lo conformaban, va a pasar en unas semanas", explican fuentes financieras.
Este es el motivo por el que los cuatro grandes SIP que se han conformado en España -el liderado por Caja Madrid y Bancaja, el de Cajastur-CAM, Banca Cívica y Cajamurcia-Penedès- han tenido que modificar las condiciones de su acuerdo inicial, aumentando la mutualización de beneficios hasta el 100% (frente al 40% inicial) y cediendo más competencias al banco cabecera.
æpermil;ste ha sido el caso del grupo liderado por Cajastur y que ha provocado un segundo desencuentro en CAM. La caja que preside Modesto Crespo se ha vuelto a encontrar con consejeros reticentes a la pérdida de poder que supone acelerar el proceso. El viernes pasado aplazó para hoy la cesión de poderes por la inquietud sobre el futuro -y la utilidad- del consejo de la entidad con sede en Alicante una vez entre en funcionamiento el banco conjunto.
"No va a haber problemas, era una cuestión de más información, pero se va a aprobar", explicaban ayer fuentes oficiales de CAM.
Las dudas de estos consejeros no están exentas de razón. De hecho, otra directivo, en este caso vinculado al SIP de Caja Madrid-Bancaja, destaca que con las nuevas directrices del Banco de España y con lo complicado del sector, no queda más remedio que apostar por una entidad central fuerte y con todas las competencias. "Las cajas quedarán como accionistas y su red aplicará la política comercial que se dicte desde la cabecera, no habrá más margen".
Solo uno de los SIP que se han creado en España alrededor de las cajas de ahorros, el de Caja Inmaculada (CAI) y Caja Círculo, ha optado por respetar estrictamente el concepto de fusión fría.
Por otra parte, la asamblea de La Caixa acordó ayer la adaptación de algunos artículos de sus estatutos a la ley catalana de cajas.
Los sindicatos de Caixa Galicia y Caixanova dan luz verde al ERE
Caixa Galicia y Caixanova dieron ayer dos importantes pasos para completar su integración. Por una parte, los representantes de los sindicatos CC OO y Csica, que representan el 65% de los trabajadores de ambas entidades, han dado su aprobación al Expediente de Regulación Empleo (ERE). A través de este proceso, dejarán el nuevo grupo cerca de 1.200 personas. Estas dos centrales sindicales ya habían firmado el pacto laboral el pasado 4 de octubre.Por otra parte, los presidentes de las dos cajas -acompañados por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo- firmaron ayer la escritura de fusión que constituye la Caixa de Aforros de Galicia, Vigo, Ourense e Pontevedra.