Propuestas para acelerar el crecimiento
Nos encontramos en un contexto económico difícil. Las perspectivas económicas de crecimiento no están exentas de riesgos e incertidumbre y las previsiones apuntan que la recuperación de la economía catalana será lenta. Es decir, se prevé que nuestro ritmo de crecimiento económico será débil durante unos cuantos años. Desde la Cámara, creemos que esto nos plantea diferentes retos, con efectos a corto y a largo plazo, que se tienen que afrontar ya. Las políticas a implementar con más inmediatez, cuyos efectos se verán a corto plazo, han de minimizar los riesgos que pueden afectar al ritmo de crecimiento y entorpecer la recuperación. Las políticas de las que veremos los efectos a más largo plazo son aquellas que han de asentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento económico para ganar competitividad y crear ocupación. Ambos tipos de políticas tendrían que formar parte del enfoque de la decisiones tras las elecciones al Parlamento de Cataluña. Y este ha sido nuestro planteamiento en la Cámara de Comercio de Barcelona.
A corto plazo, el problema que hay que resolver con más rapidez es el del acceso a la financiación y la falta de liquidez para las empresas. Según la encuesta de Clima Empresarial de la Cámara de Comercio de Barcelona y el Idescat, el 35 % de las empresas catalanas señalan las dificultades de financiación y tesorería como factor limitador del buen funcionamiento de su negocio. Este porcentaje se ha reducido desde el máximo alcanzado en el primer trimestre del 2009 (41 %), pero continua estando muy por encima del promedio histórico (13 %).
En este ámbito la Cámara de Barcelona propone: ampliar el sistema de avales públicos para créditos a pymes y autónomos, a través del Instituto Catalán de Finanzas (ICF); aprobar una línea de crédito ICF para ayuntamientos con el fin de que puedan pagar a sus proveedores; aprobar un Plan Renove-maquinaria para las pymes industriales; avanzar en el cumplimiento de la Ley de morosidad, que establece un plazo máximo de 30 días a las administraciones públicas para pagar a sus proveedores; mejorar la relación entre los plazos de pago y los de devolución de los impuestos a las empresas y fomentar la autofinanciación estableciendo, para las pymes, la exención fiscal en el impuesto de sociedades de los beneficios no distribuidos destinados a la inversión.
Asimismo, es imprescindible crear un entorno favorable para fomentar la actividad emprendedora y crear ocupación. Es por eso que proponemos bonificar el 100% en las cuotas a la Seguridad Social del emprendedor durante los dos primeros años de actividad; ampliar el volumen de microcréditos para emprendedores sin trayectoria empresarial y crediticia; e incentivar fiscalmente las nuevas formas de financiación alternativa, como el capital riesgo o los business angels.
Otro de los ámbitos en los que es necesario actuar con inmediatez es el de la reducción del déficit público por la vía del gasto corriente, y no del aumento de los impuestos ni del recorte de la inversión. Esta opción es la menos costosa en términos de crecimiento y permitirá a la Administración ganar en eficiencia. En este ámbito, la Cámara de Barcelona propone: adelgazar la Administración mediante encargos de gestión a instituciones o entidades colaboradoras privadas; reducir el número de departamentos y, proporcionalmente, el número de altos cargos y personal eventual; contener los gastos de personal; reducir el 20% el número de entidades que dependen de la Administración pública catalana; estudiar la posibilidad de introducir el copago en la prestación de algunos servicios sanitarios y revisar el actual copago en medicamentos, así como lograr un marco estable de colaboración entre la administración pública y la iniciativa privada.
Otros ámbitos en los que hay que actuar y que supondrán poner los pilares de un nuevo modelo de crecimiento económico son: la promoción y el apoyo a la exportación y a la innovación, la promoción de un modelo energético basado en el ahorro y en la energía nuclear, el impulso de las infraestructuras de transporte imprescindibles para la competitividad, la conversión de la formación profesional en un sistema educativo de primer nivel, la profesionalización de la gestión universitaria y el acercamiento de la investigación a la empresa, la reducción de los trámites administrativos a las empresas, y todo ello sin olvidar que hay que poner en valor el talento femenino. Invito al lector a profundizar en el conjunto de propuestas concretas que la Cámara de Barcelona ha enunciado en estos ámbitos y que podrá consultar en nuestra web corporativa.
Miquel Valls i Maseda. Presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona