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Columna
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Berlín y su plan para tenedores de bonos

Alemania quiere que los bonos soberanos de la zona euro incluyan cláusulas que permitan su reestructuración de deuda ya en 2011. Es el primer paso de un plan que obligará a los tenedores de bonos a asumir pérdidas en los rescates. Pero hay una línea muy fina entre el establecimiento de un mecanismo de rescate justo y la desestabilización de los mercados.

La propuesta de Berlín de una cláusula de acción colectiva en la deuda gubernamental es, en sí misma, inofensiva. Se supone que estas cláusulas deben facilitar la reestructuración de la deuda al permitir que los cambios aprobados por la mayoría de los inversores se imponga sobre la minoría. Esto se ha utilizado para la deuda de los mercados durante años.

La traba es el tiempo. La discusión de la idea en plena crisis ha asustado a los inversores. Temen una ola de impagos cuando el nuevo régimen se introduzca en 2013. Los mercados no quieren financiar a los países si existe el más mínimo riesgo de una reestructuración. La inclusión de la norma el próximo año podría atraer riesgos de impago y, aún más, si los inversionistas no compran la deuda nueva, algo potencialmente arriesgado.

Berlín quiere que el plan se ponga en marcha y esté funcionando en 2013 para sustituir el actual régimen de rescate y cuando expire el Fondo de Estabilidad Financiera Europea. Este fondo es temporal, posiblemente funciona en contra de la Constitución alemana y recompensa a los tenedores de bonos a expensas de los contribuyentes. Se necesita uno permanente y más justo que elimine el riesgo moral. Los temores del mercado no son un argumento para renunciar al plan. Alemania podría oponerse a la extensión del fondo. El riesgo de impago de la deuda periférica se había determinado parcialmente antes de que surgiera el plan en octubre, por la incertidumbre sobre el futuro del fondo. Un nuevo sistema podría incluir otro de dos niveles, donde la deuda nueva tendría términos contractuales diferentes a los de la existente.

La capacidad para refinanciar la deuda será el criterio de los inversores. Implantar un plan justo y transparente está en manos de Berlín y Europa. Los acreedores público y privado deben recibir un mismo trato y solo obligar a los tenedores de bono a extender o recortar el vencimiento si la deuda de un país se vuelve insostenible.

Por Neil Unmack

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