La necesidad de preparación psicológica para una regata larga

Los participantes en una gran prueba transoceánica como la Barcelona World Race han sido comparados en ocasiones con astronautas, ya que a una gran preparación física deben añadir resistencia mental fuera de toda duda para afrontar adversidades de todo tipo durante un tiempo prolongado. Imprevistos como tempestades, icebergs, cambios de temperatura, insomnio, cansancio o soledad.

Los expertos señalan que para superar estas adversidades durante tres meses de ruta transoceánica son básicos la determinación, la motivación, el ánimo constante y la superación continua.

Igual que ante un examen final, unas oposiciones o una entrevista de trabajo, algunos participantes tienen problemas para dormir desde un mes antes. Los síntomas de ansiedad se disparan la semana previa, vista la gran actividad que conlleva y la necesidad de estar atentos a todos los detalles. En esas circunstancias es difícil relajarse.

Lo deseable sería hacer un entrenamiento en las semanas anteriores para adaptar el cuerpo al ritmo del sueño a bordo, al programa nutritivo, a los turnos de guardias a bordo, el esfuerzo físico, etc.

A pesar de todo, para muchos participantes, la preparación del barco no deja tiempo a lo personal. De hecho, entre los más experimentados, hay quien aplaza todo hasta el inicio de la regata confiando en capacidad de adaptación de su cuerpo al nuevo ritmo. Ellos saben a lo que se enfrentan y se van mentalizando progresivamente hasta el momento de salir. Entonces arranca la adaptación in situ, que puede durar una semana o más pero, llegados al ecuador, tienen que haberse asentado unas rutinas a bordo.