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Consumen el 40% de toda la energía en la UE

Ursa potencia el reciclaje de vidrio en el aislamiento de casas

Ursa, filial de Uralita para el aislamiento de edificios, incluye en sus procesos de I+D el aumento progresivo del porcentaje de vidrio reciclado en sus productos. Destacan que los edificios consumen el 40% de toda la energía demandada en la UE.

El aislamiento en los edificios es "el método más rentable de mejorar la eficiencia energética en edificios", afirma Efrén del Pino, responsable de Marketing y producto para Europa del Este de Ursa, filial de aislantes de Uralita. Según sus datos, "aislando solo las paredes exteriores de una casa se ahorraría la misma cantidad de CO2 que plantando 212 árboles".

Ursa se dedica a la fabricación de lana mineral de vidrio y poliestireno extruido, productos que cubren "todas las aplicaciones en aislamiento térmico y acústico". Para la lana mineral, que acapara el 75% de la producción de sus 14 plantas europeas, ya utilizan un 50% de vidrio reciclado. "Medioambientalmente y económicamente, para la empresa es mejor aumentar el porcentaje de reciclado, porque es más barato que la materia prima nueva", explica Del Pino. Los procesos de I+D de la empresa permitirán ir aumentando estos porcentajes sin que afecten a la calidad final del producto.

La tendencia a futuro, según explica el directivo, es "reducir la conductividad térmica", es decir, "conseguir que, con menos espesor, la resistencia térmica sea mayor" y los edificios aislados necesiten menos energía para su confort.

Al fin y al cabo, los edificios consumen el 40% de toda la energía demandada en la UE. "Dos tercios de esta energía se dedica a calefacción y refrigeración", afirma Del Pino, con lo que "los edificios serán los mayores utilizadores de energía pero también tendrán el mayor potencial de ahorro", arguye. Según los datos de un estudio de la Unión Europea, que dibuja escenarios para 2020, el potencial de ahorro en los edificios asciende a un 21% frente al 16% que puede ahorrar el transporte o el 5% de la industria. "Se puede recortar a la mitad el consumo en calefacción y refrigeración solo con eficiencia", asegura el directivo.

Del Pino no olvida el potencial económico de estos procesos. "Por cada euro gastado en la instalación de aislantes, se pueden ahorrar siete en facturas de energía. La inversión en aislamiento en las construcciones es recuperable en un periodo de tres a cuatro años", aseguran desde la compañía.

A futuro, la investigación en edificación también recogerá la preocupación por mejorar la calidad del aire interior de las viviendas.

Menos energía, menos cantidad, menos es más

Los procesos de investigación de Ursa parecen responder a la consabida fórmula de que "menos es más". Sus innovaciones van dirigidas, por ejemplo, a "reducir la cantidad de fibra de vidrio necesaria en el producto, es decir, como lograr mayor resistencia al calor y al frío con menos kilogramos de material", explica Efrén del Pino.Realizando análisis del ciclo de vida, están logrando "reducir la cantidad de energía necesaria para la producción". De hecho, ya tienen un producto que ahorra, una vez colocado en un edificio, "hasta 240 veces la energía que se consumió en su producción", explica el responsable de marketing.Los esfuerzos en logística van dirigidos a "aumentar la compresión de los productos para optimizar el transporte, metiendo más kilogramos en el mismo camión", apuntan.

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