Fundaciones como respuesta a las necesidades sociales
España se encuentra entre los primeros cinco países de la Unión Europea en número de organizaciones, en torno a 12.000
Cada vez son más las organizaciones que realizan actividades de responsabilidad social y medio ambiente en nuestro país. España se encuentra entre los primeros cinco países de la Unión Europea en número de fundaciones, en torno a 12.000, según las estimaciones del Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (Inaef), que recoge además que su gasto anual asciende a 8.000 millones, muy por encima de la media europea.
El incremento del volumen, la diversidad y la contribución social del sector fundacional español en nuestro país es indiscutible. De hecho, en lo que va de año, la Asociación Española de Fundaciones (AEF) ha asociado a cien nuevas de estas organizaciones procedentes de todos los ámbitos. "Han aumentado sobre todo aquellas que atienden el tema social y las que dan empleo, algo que ahora es vital para dignificar la situación de multitud de familias. Y es que donde hay una necesidad, existe una fundación", afirma Silverio Agea, director de AEF.
Las fundaciones empresariales han sabido combinar la eficacia probada del sector empresarial con el compromiso por el bien común característico del sector social. Así, con sus iniciativas, "han iluminado campos y actividades a los que nadie hasta entonces había prestado atención, han concedido auxilio a colectivos tradicionalmente olvidados y han ensayado nuevas propuestas para resolver los grandes problemas que aquejan a sectores importantes de la humanidad", apunta Javier Martín Cavanna, presidente de Fundación Compromiso Empresarial.
La filantropía o la solidaridad, que es la perspectiva desde la que se crean muchas fundaciones de empresa, exige un uso milimétricamente adecuado de su presupuesto, ya que, siempre, las necesidades son mucho mayores que los recursos disponibles. Desde su constitución, la fundación está subordinada a sus propias estrategias y objetivos, que son económicos, como entienden tanto el accionista grande como el minoritario.
En opinión de la Fundación Empresa y Sociedad, "esta debe ser capaz de multiplicar en colaboración con terceros los recursos que gestiona, al igual que debe conseguir acometer proyectos mayores que los que le permitirían sus propios medios. Por eso tiene que gestionar con rigor todos los recursos que la empresa dedica a las actividades de interés general y que canaliza través de ella".
Algunas de las grandes fundaciones de nuestro país están vinculadas a importantes compañías que o bien realizaron una aportación inicial en el momento de su constitución o bien entregan anualmente una asignación presupuestaria. Por su parte, las empresas reconocen que uno de los objetivos a los que más importancia conceden es, precisamente, lograr que su fundación les ayude a construir reputación corporativa. "El ciudadano debe percibir que la compañía y su fundación desarrollan actividades intuitivamente complementarias", concluye la Fundación Empresa y Sociedad.
La cifra
8.000 millones de euros es el gasto anual de las fundaciones españolas, por encima de la media europea, según el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (Inaef).
Transparencia para construir confianza
El presidente de la Fundación Compromiso Empresarial, Javier Martín Cavanna, es el autor del informe Construir confianza: impulsando la transparencia de las fundaciones empresariales, cuyos resultados muestran que todavía queda mucho camino por recorrer para que nuestras fundaciones alcancen grados de transparencia similares a las mejores entidades americanas. Además, incluye un análisis de las fundaciones de las principales empresas cotizadas y cubre una amplia representación de sectores empresariales. Se da la circunstancia de que el 70% han sido constituidas y dotadas por compañías que cotizan en Bolsa (16 de ellas pertenecen al Ibex 35), donde prevalece el sector financiero. Destacan, entre otros proyectos, la contribución que la Fundación Accenture ha venido realizando a través de su programa de consultoría ProBono a las ONG, la apuesta de la Fundación BBVA Microfinanzas destinada a las poblaciones de escasos recursos, la labor pionera de la Fundación Carrefour en la integración de los colectivos desfavorecidos, la Obra Social de La Caixa, y el programa Proniño para la erradicación del trabajo infantil en Latinoamérica de la Fundación Telefónica.