El Gobierno fija abril como límite para la reforma de las pensiones
Ganar proximidad a los sindicatos o merecer la confianza de los mercados. El Gobierno parece decantarse por esta segunda opción cuando arrecia la tormenta sobre Irlanda y Portugal. La reforma de las pensiones tiene ya calendario y será guiada según los criterios de Economía.
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, tuvo ayer su primera reunión con los portavoces de los grupos parlamentarios adscritos a la Comisión del Pacto de Toledo. A la salida, explicó el calendario fijado por el Gobierno para la reforma de las pensiones. Diciembre lo consumirá en la negociación con los partidos políticos y a partir del 2 de enero abrirá la ronda de conversaciones con empresarios y sindicatos para, posteriormente, enviar un proyecto de ley al Congreso. El objetivo es que la reforma esté ya en vigor en abril.
Pero lo importante no está solo en el calendario, sino en el giro dialéctico que Valeriano Gómez dio ayer a la hora de hablar de la prolongación de la edad de jubilación a los 67 años. Si desde su toma de posesión como ministro ha venido defendiendo que esta medida puede verse condicionada por el diálogo con los agentes sociales y, por tanto, es prescindible, ayer dejó claro que afrontar el reto demográfico hace evidente la necesidad de aumentar la edad de jubilación. La interpretación que se hace de estas palabras en el Grupo Socialista es que, al final, claramente se han impuesto las tesis de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en el sentido de que una reforma de las pensiones que no incorpore un aumento en la edad de jubilación sería mal recibida por los mercados.
La propia Salgado volvió a recordar ayer en los pasillos del Congreso la importancia que concede el Gobierno a la reforma de las pensiones, pues son, precisamente, los cambios estructurales introducidos desde mayo los que han alejado a España del saco que ahora comparten Irlanda y Portugal.
El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, barajó ayer a modo especulativo varios escenarios para prolongar la edad de jubilación que el PSOE trasladará a la comisión del Pacto de Toledo.
El PP ha propuesto que esta edad se mantenga legalmente en los 65 años y que pueda ampliarse a los 67 con incentivos, siempre de forma voluntaria y por decisión del trabajador.
El PP se revuelve contra la congelación en 2011
La congelación de las pensiones a partir de enero del año que viene se ha convertido en la frontera a partir de la cual el principal partido de la oposición piensa negarse a cualquier tipo de acuerdo con el Gobierno sobre la reforma del sistema de Seguridad Social. La portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, lo dejó claro ayer: "Si el Gobierno quiere el pacto, debe cumplir en su totalidad las recomendaciones del Pacto de Toledo, incluida la revalorización de las pensiones".Mientras tanto, se suceden las escaramuzas parlamentarias alrededor de las enmiendas que siguen vivas y rechazan la congelación de las pensiones. Ayer se debatió una de UPN y hoy le tocará el turno a la de IU. El PNV y Coalición Canaria volverán a sacar al Gobierno del apuro.