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Coyuntura económica

Portugal y las dudas de los mercados

Los datos macro alientan los temores sobre un 'default'.

Los inversores internacionales recelan sobre Portugal. Argumentos no les faltan. "Los mercados tienen motivos para dudar", admitió el pasado viernes en Lisboa el gobernador del Banco Central luso, Carlos Costa. "Existe un alto riesgo" de que el país se vea abocada a solicitar ayuda financiera de emergencia a la comunidad internacional, añadió ayer el ministro de Finanzas luso, Fernando Teixera dos Santos.

"Los temores están parcialmente justificados", confirma a CincoDías Rui Henrique Alves, profesor de macroeconomía de la Universidad de Oporto, una de las más reputadas del país. "Las débiles perspectivas de crecimiento y una deuda pública con gran peso en el PIB, podría crear una situación de insostenibilidad en el pago de las obligaciones inherentes a la deuda. Añada a eso, familias profundamente endeudadas y el hecho de que probablemente dentro de algunos meses el BCE invertirá su política de tipos de interés".

El endeudamiento de los hogares es muy importante, continúa Santiago Simón, profesor de la escuela de negocios Esade. El pasivo de las familias y empresas ascendía en diciembre de 2009 a 255.773 millones de euros, frente a los 127.908 del sector público, según datos del Banco Central portugués. Y ambos en conjunto representaban más de dos veces el PIB luso. Preguntado por la tasa de paro, Simón opina que en Portugal los niveles de desempleo no dan una foto nítida del mercado laboral. "La cifra lusa es muy subjetiva. Muchas personas trabajan en el mercado negro. Es una cuestión estadística".

Asimismo, "los bancos tienen una morosidad encubierta de crédito brutal. En Portugal no ha habido burbuja especulativa en el sector inmobiliario como en España, pero sí ha habido un gran aumento del sector inmobiliario, parado desde hace dos años". El profesor hizo referencia también los altos costes de financiación para las empresas ya de por sí ahogadas: "euríbor más un valor que oscila entre el 4,5% y el 5%".

Con todo, el país aleja el riesgo de deflación: "a pesar de los efectos recesivos derivados de la política presupuestaria, petróleo y materias primas -de las que Portugal es muy dependiente- se traducirá en una inflación positiva", termina Alves.

Economía y especulación

Aguantar o no aguantar. Ahí radica la esencia del problema. Alves advierte que "una parte significativa de lo que pasa con los mercados financieros se asocia a fenómenos especulativos, que han apostado sobre la resistencia portuguesa. Y la opinión de los mercados no es baladí en una país que "depende mucho del inversor extranjero", continua Baliñas.

"La economía presenta una serie de debilidades estructurales". De un lado, el elevadísimo déficit por cuenta corriente de alrededor del 10% del PIB. Del otro, la imposibilidad de crecer. Dos cuestiones que explican la dependencia exterior. Y para ganarse el beneplácito de los mercados, el Gobierno estableció como objetivo de déficit un 7,3% para este año. Una meta que el propio Ejecutivo entendió que no cumpliría: "hace mes y medio se vio obligado a dar un nuevo giro en sus cuentas efectuando aún más recortes en un compromiso de reducción sostenido".

En esa nueva vuelta, el Gobierno incrementó el IVA hasta el 23%. La segunda subida en lo que va de año. También efectuó una revisión de las deducciones en el impuesto a la renta y eliminación de bonificaciones. Y del lado del gasto, infraestructuras, beneficios sociales, recortes en los salarios públicos, y congelación de pensiones no lograron librarse de la poda.

Debilidades y virtudes de la economía lusa

La crisis ha sido severa con Portugal, un país que ha registrado un raquítico crecimiento del PIB durante la última década. Pero el futuro no es más halagüeño: "las perspectivas para los próximos años son bastante desalentadoras", apunta desde Oporto el profesor Alves. La austeridad del presupuesto tendrá "consecuencias recesivas y siendo el problema de crecimiento de naturaleza estructural, se necesitarán varios años para reformular la economía".Con todo, el experto no olvidó mencionar tres puntos fuertes del país vecino: la capacidad de adaptación de los portugueses; el nexo privilegiado con Brasil y algunos países africanos, y el nivel relativamente bajo de los salarios en comparación con sus principales socios de la UE.

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