_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La apuesta de Renault en Rusia

Renault hace otra gran apuesta en Rusia. La empresa negocia elevar su participación del 25% al 50% en Avtovaz, el fabricante de Lada, y así hacerse con el control de esta empresa. Avtovaz, un gigante muy endeudado, no parece ser apetitoso, pero el potencial crecimiento del mercado de automóviles ruso significa que no es tan demencial como parece.

La medida ya era una buena jugada cuando Renault entró en Avtovaz en 2008. El mercado de coches ruso crecía rápidamente y se perfilaba como el mayor de Europa. Pero una avalancha de competidores extranjeros hizo que Avtovaz perdiera cuota de mercado. Los modelos Lada eran poco fiables por su envejecimiento y su mano de obra inflada se convirtió en símbolo de ineficiencia de la vieja Unión Soviética.

Las cosas empeoraron con la crisis. Las ventas se redujeron un 49% en 2009 y Avtovaz registró una pérdida de 1.600 millones de dólares. El Gobierno ruso estaba tan desesperado que le ofreció a Renault una participación de control, pero el francés dijo: "No, gracias". Ahora ha cambiado de tono. Su actitud refleja la mejora del negocio de Avtovaz. El fuerte renacimiento del mercado local elevó sus ventas un 78% entre enero y septiembre de 2010; e incluso informó de 100 millones de dólares de ganancias netas en el primer semestre. Aunque aún tiene un exceso de personal, recortó una cuarta parte de su plantilla de 100.000 trabajadores.

Pero aún hay dudas sobre la profundidad de los cambios. Avtovaz aún recibe una ayuda generosa del Gobierno, por lo que tendrá que ser sensible a sus deseos. Además, su deuda neta es de 2.000 millones de dólares y esto significa necesidad de inversión y que cualquier cambio será lento. Con todo, su potencial a largo plazo justifica la apuesta de Renault.

Bush Jason

Archivado En

_
_