Toyota deja de vender 2.500 coches en España por el impacto de las llamadas a revisión
Toyota España ha dejado de vender 2.500 vehículos entre los pasados meses de febrero y abril como consecuencia del impacto que generaron en su cartera de pedidos las campañas de revisión que implementó la empresa ante potenciales defectos en algunos de sus modelos en todo el mundo.
Así lo aseguró el vicepresidente y director general de Toyota España, Jacques Pieraerts, quien, en un encuentro con los medios, aseguró que la empresa habría cumplido sus objetivos de ventas en 2010 de no ser por el impacto de las llamadas a revisión.
En todo caso, Pieraerts afirmó en relación con estas revisiones que "el tema está cerrado", y añadió que la compañía está aplicando una política de "tolerancia cero" ante potenciales problemas de calidad en sus vehículos.
Toyota España espera cerrar este año con unas ventas de 49.000 unidades y una cuota de penetración del 5,1%, por debajo del objetivo inicial de comercializar 53.000 unidades, en un mercado que, incluyendo vehículos comerciales, alcanzará 1,056 millones de unidades (+3,2%).
Para 2011, el objetivo de la compañía es comercializar unas 50.000 unidades y ganar cuota de penetración hasta el 5,3%, dado que el mercado automovilístico español sufrirá un leve descenso y retrocederá hasta 1,04 millones de unidades.
Lexus quiere duplicar sus ventas
En cuanto a la filial 'premium' Lexus, cerrará 2010 con unas ventas de 1.700 unidaes. El año próximo prevé duplicar las cifras y comercializar 3.500 unidades, gracias principalmente a la llegada en marzo del compacto CT200h, del que espera comercializa 2.450 unidades.
Jacques Pieraerts destacó que es importante que el sector del automóvil transmita el mensaje de que, incluso sin ayudas oficiales, comprar un coche ahora "es más interesante que nunca". "Sigue siendo un buen momento para comprar un coche", manifestó.
Además, arremetió contra la política de algunas marcas de automatricular vehículos, pues considera que esta práctica supone un riesgo para los concesionarios y para el propio mercado, y vaticinió que la situación económica será muy complicada "al menos hasta dentro de tres años".