El PP tensa su ofensiva contra la congelación de las pensiones en 2011
Además de ser injusta, la congelación de las pensiones decidida por el Gobierno para 2011 tiene largo recorrido político. Estas son las dos tesis principales bajo las que el PP ha decidido fortalecer su ofensiva parlamentaria contra esta medida, una polémica que ayer centró el duelo verbal mantenido por Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero en la sesión de control al Ejecutivo celebrada en el Congreso.
El líder de la oposición no ahorró calificativos para definir la actitud que, en su opinión, está manteniendo el Gabinete en este asunto. "Es una decisión antidemocrática, dictatorial, propia de un Gobierno autoritario", señaló Rajoy en referencia al veto impuesto por el Gobierno para que se debata la congelación de las pensiones. Su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, llegó a retar a la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, a celebrar un debate con votación sobre este asunto, invitación que el Gobierno volvió a eludir.
Zapatero, muy atento de nuevo a la evolución de los mercados, se defendió diciendo que la decisión de congelar las pensiones obedece a una "actitud de responsabilidad" ya que, a su juicio, es prioritario "cumplir con los objetivos de déficit".
Los dos principales partidos calculan que en este tablero están en juego muchos millones de votos y, por lo tanto, es un tema de alta sensibilidad que el Gobierno está intentando compensar con el lanzamiento de lo que denomina una nueva agenda social.
Sin embargo, el PP no desistirá de su ofensiva, compatible con la denuncia de que este es el Gobierno democrático que más debates ha vetado en el Parlamento: casi ochenta en lo que va de legislatura.
Límites a los vetos del Gobierno
El Congreso no volverá a permitir que el Gobierno vete el debate de una iniciativa parlamentaria una vez que este se ha iniciado. Así lo acordó ayer la Mesa de la Cámara Baja, que garantizará que a partir del año que viene esto no vuelva a ocurrir. La semana pasada, durante la tramitación de los Presupuestos en la fase de comisión, se debatieron 300 enmiendas sin que los grupos parlamentarios supieran si, finalmente, se iban a someter o no a votación. El presidente del Congreso, José Bono, reprenderá por ello al Ejecutivo.