La deuda de los periféricos se resiente ante la rigidez del BCE
La prima de riesgo de Irlanda se dispara y la de España sube a 194.
El Banco Central Europeo rechazó reaccionar ayer ante la contundente inyección de liquidez que la Reserva Federal aprobó el miércoles. Lejos de sumarse a la línea intervencionista de su colega Ben Bernanke, Jean- Claude Trichet se reafirmó en su discurso de férreo control del déficit. Es más, el presidente del BCE dijo estar "preocupado" por el "insuficiente automatismo" que se da en "la vigilancia fiscal" e instó a engrasar rápidamente la maquinaria sancionadora. En otras palabras, mientras el banco central norteamericano motiva a su economía lanzando billetes desde el aire, el BCE reclama más austeridad y castigos para quien la incumpla. Las palabras de Trichet no tardaron en endurecer la situación de los países periféricos de la Unión Europea, elevando aún más la percepción de riesgo sobre su deuda, y encareciéndola gravemente.
En el caso del bono español a 10 años, su diferencial con el bund alemán de referencia se elevó hasta 194 puntos básicos. Su tipo de interés, no obstante, se mantuvo sobre el 4,3%. De hecho, el ascenso del diferencial se debió más a que el valor germano se vio favorecido por su condición de activo refugio, lo que hizo que su tipo de interés se redujera al 2,4%.
Lo realmente grave vino para Irlanda, considerado por los analistas "el eslabón más débil" de Europa por su elevada deuda y la precaria situación de su sector bancario. El tipo que se paga por el bono emitido en Dublín subía tras las palabras de Trichet hasta el 7,66%, el precio más alto de su historia. Consecuentemente, la prima de riesgo de la deuda del país alcanzó los 525 puntos básicos, de nuevo la más alta que se ha visto.
Algo parecido ocurrió con Portugal, que junto al tigre celta ha sido el último objetivo de especulación en los mercados de deuda. El país, que había rebajado tensiones con un nuevo plan de recortes, volvió a resentirse ayer tras escuchar a Trichet. El tipo de interés asociado al bono luso en el mercado secundario batió todas las marcas para plantarse en el 6,61%. El diferencial entre el papel que se emite en Lisboa y el que imprime Berlín se disparó a 417 puntos básicos, sólo nueve por debajo del que alcanzó en su momento más crítico.
El discurso pronunciado en Fráncfort también tuvo su eco en Atenas, donde más de uno recordaría ayer la crisis que sufrieron en primavera. La prima de riesgo griega, que en octubre caía por debajo de los 700 puntos, volvía ayer a subir con fuerza hasta los 891. La rentabilidad asociada a su bono se colocó en el 11,3%, apenas un punto por debajo de la debacle que llevó a la UE a crear un fondo de rescate para el euro. Un panorama tristemente familiar que hizo caer las Bolsas.
El aumento del spread de estos países, ya en los últimos días, no parece preocupar al BCE, que como recuerdan desde Citi, "no ha comprado deuda pública en las últimas tres semanas". Que la Fed vaya a adquirir 600.000 millones de dólares en bonos de EE UU no parece haber hecho cambiar de opinión a Trichet.
El Tesoro paga más por colocar bonos
Los analistas coinciden en que el fondo de rescate del euro impedirá que se repitan los ataques especulativos generalizados que Europa soportó la pasada primavera tras la crisis griega. También asumen que España ha pasado lo peor, y que su plan de austeridad le ha diferenciado de países como Irlanda y Portugal, frágiles en estos momentos ante la volatilidad del mercado de deuda.Pese a todo, aunque España no está teniendo problemas para colocar sus emisiones en los mercados, si que se ve obligada a pagar más por hacerlo. Tras el periodo de calma y relajación de tipos de interés que acompañó al verano, el Tesoro volvió a pagar más ayer por colocar deuda. Una tendencia que se viene repitiendo en las últimas subastas.En concreto, el Estado logró adjudicar 3.386 millones de euros en bonos a cinco años, de la franja de entre 3.000 y 4.000 millones que esperaba colocar. Lo hizo a un tipo de interés medio del 3,57%, frente al 2,96% que pagó por estas emisiones en septiembre. A comienzos de año, antes de la crisis griega, los bonos a cinco años se colocaban a un 2,8%.
Las cifras
525 puntos básicos marcó ayer la prima de riesgo de Irlanda, se trata de un nuevo récord histórico para el país.6,61% es el tipo de interés asociado al bono portugués que se registró ayer, la tasa más alta que ha alcanzado nunca.