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Columna
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EE UU y el enojo del resto del mundo

Cuando EE UU infló la burbuja inmobiliaria, se metió en problemas. Ahora soplan burbujas en el exterior y pueden meter al resto del mundo en problemas. Así es como algunas economías emergentes miran la decisión de la Fed de imprimir otros 600.000 millones de dólares a mediados de 2011. Su enfado es un escenario poco propicio de cara a la cumbre del G-20 de la próxima semana. A EE UU le puede resultar ahora más difícil conseguir la cooperación sobre el yuan y los desequilibrios mundiales.

El interés propio y el interés mundial están chocando. Hay una preocupación en América por el alto desempleo y la percepción de que la culpa es de un yuan barato. La Fed ha actuado movida por el interés de su país, cuya economía se está recuperando, pero poco a poco. La nueva impresión de dinero podría ser vista como una póliza de seguro: introduciendo estímulos ahora no llegaremos a ser como el estancado Japón, parece ser el punto de vista del presidente de la Fed, Ben Bernanke.

Más dólares, sin embargo, significa dólares más débiles. El resto del mundo naturalmente acusará a EE UU de hipócrita, al predicar contra la guerra de divisas. La caída del dólar, por otra parte, tiene efectos secundarios desafortunados, tales como la inflación de los precios de las materias primas. En India y China, los precios de los alimentos están subiendo demasiado rápido. Los precios de los activos de las economías emergentes también se están inflando. Estas economías no quieren un torrente de dinero extranjero barato que fluya hacia la renta variable, la deuda y las propiedades. Las economía emergentes saben que el flujo se retirará eventualmente y puede dejar burbujas reventadas tras de sí.

El ritmo de la Fed podría difícilmente ser más desafortunado. Cuando los líderes del G-20 se reúnan la próxima semana en Corea del Sur, muchos de ellos denunciarán su decisión. Ese riesgo distrae la atención del hecho de que el yuan está vinculado a la devaluación del dólar, mientras el euro, yen y otras economías emergentes se disparan.

Bien, "actúa en tu interés, actuaremos en los nuestros", puede decir China. Estados Unidos no tendrá mucho que responder a eso ahora.

Ian Campbell

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