Dudas en los mercados
Desde que empezó esta crisis a finales de 2007 hemos visto cómo ésta se ha ido convirtiendo de financiera en económica, de económica en soberana y actualmente en una guerra de divisas, y aun así los mercados han manifestado su dinamismo para recuperar gran parte de lo corregido, encontrándonos ahora dentro de un movimiento lateral que nos hace replantearnos si los mercados seguirán subiendo o corregirán.
Si analizamos los últimos indicadores económicos y los resultados empresariales que estamos conociendo del tercer trimestre de 2010, todo indica que veremos nuevos máximos a finales de año y posiblemente durante 2011, aun así no va a ser un camino exento de dificultades ya que las economías se enfrentan a un reequilibrio mundial con mucha dependencia de los emergentes y unos ajustes en los déficits públicos que conllevarán grandes medidas fiscales y económicas por parte de los Gobiernos.
Los desajustes y la confusa situación de las diferentes economías ponen de manifiesto que el posible escenario para los próximos meses sea de un crecimiento débil en las economías desarrolladas y de un sólido crecimiento para los emergentes. Así, mientras en los desarrollados se han conocido datos mixtos (el índice ZEW alemán a la baja pero sin importancia por los conocidos índices PMI e IFO, con cifras potentes y por encima de lo esperado en EE UU, la Fed de Filadelfia sin grandes sorpresas, producción industrial inferior a la estimada en septiembre y saldo negativo desde las peticiones semanales de desempleo e índice LEI sin sorpresas), en los emergentes todo son buenas noticias (el PIB chino, en el 9,6% año sobre año).
Los mercados parecen apuntar hacia un escenario positivo, con una volatilidad que ha descendido, las primas de riesgo de la deuda también y los beneficios empresariales mantienen crecimientos atractivos. Sin embargo, la economía se enfrenta a políticas restrictivas en Europa que afectarán al consumo. El escenario depende de los emergentes; Brasil y China, entre otros, tienen mucho camino por recorrer ya que sus economías basadas en las exportaciones y un incremento en la demanda interna apoyada por la cada vez más entendida clase media favorecen el crecimiento.
En conclusión, entramos en un periodo en el que obligatoriamente la renta variable va a subir menos o a bajar. Este axioma lo podemos afinar en el caso de Europa. Más volatilidad, lateralidad e incluso caídas es algo con lo que podemos contar. Por ello, el próximo mes podría ser peor, lo que volvería a dar oportunidades para el fin de año.
Antonio Castilla. Responsable de CGA Patrimonios (Family Office)