"Aspiramos a conectar El Prat con muchas ciudades del mundo"
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se mostró ayer esperanzado en convertir a Barcelona en un hub (centro de distribución) de conexiones internacionales entre un gran número de destinos. "Aspiramos a que El Prat conecte directamente con muchas ciudades del mundo", dijo Hereu animado por el acuerdo suscrito hace una semana con Iberia, que unirá a través de tres vuelos directos a la semana la capital catalana con Miami y São Paulo. Hereu agradeció el apoyo del presidente de Iberia, Antonio Vázquez (presente en el acto) al afirmar que "con este presidente, siempre recibo buenas noticias, no como con el anterior".
A la creación de ese nudo de conexiones podría colaborar el crecimiento de la compañía catalana Spanair, participada por el Ayuntamiento de Barcelona a través de la sociedad de capital riesgo Catalana d'Iniciatives. Preguntado por si el consistorio baraja la posibilidad de elevar su participación en la firma, Hereu afirmó con rotundidad que no y aseguró que lo que a él le llena de satisfacción son las empresas que trabajan desde Cataluña. "En la agenda para 2020 tenemos contemplado como principal objetivo un aeropuerto con conexiones directas con las grandes ciudades del mundo, ya que competiremos directamente con el aeropuerto de Barajas", aseguró.
Además del transporte aéreo, el alcalde de Barcelona se mostró dispuesto durante su intervención a impulsar las conexiones ferroviarias. "Mi deseo es que el AVE llegue a Francia cuanto antes y que el traslado de mercancías a través del tren pueda realizarse en el mismo ancho de vía que hay en el resto de Europa", recalcó.
Hereu espera un fuerte impulso del transporte ferroviario con la futura conexión del AVE a Francia
A esa apuesta por el impulso del transporte, Hereu añadió la necesidad del cambio de modelo productivo desde una sociedad industrial a otra del conocimiento. "Hemos reservado grandes superficies de terreno para empresas innovadoras en el Poble Nou (allí se sitúa el 22@, un distrito tecnológico en el que se emplearán 130.000 personas). Podíamos haberlo utilizado para construir viviendas, pero lo hemos usado para cambiar las viejas fábricas textiles por empresas implicadas en la economía del conocimiento, como las vinculadas a la biomedicina, a la alimentación o a las telecomunicaciones, poniendo la base para crear una economía exportadora y del talento", remarcó.
En su opinión, Barcelona puede ser uno de los motores de la recuperación económica "y eso ha llamado sin duda la atención de las empresas radicadas en Madrid, para las que Barcelona vuelve a ser una oportunidad".
Elecciones catalanas. "Queda por probar un PSC hegemónico"
Tras el anuncio del presidente de la Generalitat, José Montilla, de no reeditar el actual tripartito, Hereu no descartó "la posibilidad de pactos" tras las próximas elecciones catalanas del 28-N. El alcalde de Barcelona justificó el desgaste sufrido por la coalición como consecuencia del efecto de la crisis económica. "Cualquier opción política que asuma la responsabilidad de gobierno sufre los efectos de la crisis y esto rompe la ilusión", remarcó Hereu, quién subrayó que se había dado un paso adelante con el tripartito, "pese a que a algunos socialistas no les gustara esa opción". El alcalde de Barcelona apuntó, no obstante, que lo mejor sería que el PSC gobernará sin necesidad de alianzas. "A Cataluña le queda por probar el PSC, un magnífico gobierno presidido por José Montilla, en base a una hegemonía socialista", dijo.Hereu confirmó que se presentará a la reelección porque cree "mucho en el pasado, el presente y el futuro de Barcelona".
Idioma. "Recurriré la sentencia dictada por la justicia"
Nada más conocer la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que suspende cautelarmente siete artículos del Reglamento de Uso de la Lengua Catalana del ayuntamiento (afectan a documentos oficiales, rotulación, impresos o actas de plenos), el alcalde de Barcelona apuntó que acatará, pero que recurrirá la sentencia. En su opinión, la misma no va a influir en nada y no va a tener ninguna trascendencia en el quehacer de los ciudadanos, lo que servirá para acabar con el mito y la obsesión por la lengua. "Inmigración y lengua son un clásico. Aparecen y desaparecen después de las elecciones, lo que es de una irresponsabilidad supina", afirmó.
