Barcelona prevé pagar a 30 días "frente a quien lo hace en ocho meses, como Madrid"
Hereu pide que el futuro sistema de financiación local premie a quien haga los deberes.
Barcelona apuesta por la solvencia para dejar atrás la crisis y garantizar las políticas sociales sin renunciar a la inversión. Ese fue el principal mensaje que quiso transmitir ayer el alcalde de la ciudad, el socialista Jordi Hereu, durante su intervención en el Foro CincoDías, patrocinado por Accenture y Banco de Sabadell. Ante un nutrido grupo de empresarios y autoridades políticas, Hereu destacó que su ciudad ha logrado convertirse en la capital menos endeudada de España sin renunciar a su esfuerzo inversor ni siquiera en tiempos de crisis.
El endeudamiento barcelonés se situará en el 50,6% de los ingresos corrientes al cierre de este ejercicio, según explicó. "Este año me endeudaré para invertir más", afirmó categórico Hereu, para recordar que Barcelona emitió deuda directamente en el mercado el pasado mes de julio (a diferencia de la reciente emisión de bonos por parte de Cataluña) y la colocó en unas pocas semanas, "lo que denota la solvencia y el rigor" con los que es percibida la ciudad. Esa financiación permitirá, según Hereu, afrontar toda la inversión de 2010 (cuando habrá acaparado el 25% del gasto no financiero) y 2011, un ejercicio en el que de la carga de deuda municipal retomará su senda descendente.
En vísperas de las trascendentales elecciones autonómicas en Cataluña, Hereu defendió su modelo de gestión municipal, caracterizado, según afirmó, por combinar el rigor fiscal con las políticas sociales. En este sentido, dijo huir de dogmatismos, y puso como ejemplo la exploración de fórmulas de cooperación público-privadas y la privatización de servicios, como la realizada con el 85% de las funerarias. "Privatizaremos cuando sea conveniente por motivos estratégicos y de política industrial, pero no lo haremos por vernos apremiados para obtener ingresos", explicó.
Solvencia e inversiones
En todo caso, Hereu destacó que las políticas progresistas no están reñidas con la solvencia económica; así, recordó que Barcelona paga a sus proveedores "casi siempre" a 60 días, y desarrolló un calendario de reducción de plazos: a fin de año, a 55 días; el año que viene, a 40; y dentro de dos, a 30. "Nuestros contratistas de limpieza cobran en 41 días, cuando en ciudades como Madrid lo hacen a ocho o nueve meses", comparó. En el turno de debate, Hereu se refirió a la reciente propuesta del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, sobre la necesidad de racionalizar el tamaño de las administraciones públicas. "Si quieren reducir peso, tienen mucho trabajo para empezar allí donde gobiernan. En Barcelona hay 4,2 funcionarios por cada mil habitantes, frente a los 7,5 de Madrid y los 6,5 de Valencia", recordó. "Donde gobierna la derecha yo no veo ningún tipo de racionalización, más bien veo que aumenta el endeudamiento", afirmó; "en cualquier caso, creo que es falso que todo se arregle con recortes de gasto. La cohesión social y la prosperidad económica son principios complementarios".
Por otra parte, Hereu dijo que "algún día tendrá que haber un pacto de Estado" de financiación local. En cuanto a sus características deseables, habló de un modelo que genere más estabilidad y diversidad y que fomente la autonomía, además de incentivar a los ayuntamientos para que "hagan los deberes". "El debate no será en los próximos meses, porque habría demasiada instrumentalización política", reconoció.
Además, habló de la "necesidad" de mayores transferencias desde las comunidades autónomas hacia los municipios. "No será fácil, por las dificultades financieras, pero debemos razonar en una lógica federal", sostuvo. Hereu no descartó la posibilidad de que se introduzca un techo de gasto municipal, aunque no cree que sea una prioridad. "La deuda del conjunto de los ayuntamientos supone el 3,5% del PIB nacional, y la de Barcelona, el 0,1%", razonó.