Suiza acepta gravar con un impuesto las cuentas de los británicos en sus bancos
Suiza ha firmado un acuerdo con Londres por el cual gravará con un impuesto las cuentas secretas que tienen los ciudadanos británicos en aquel país y cuyo total se calcula en entre 113.000 y 141.000 millones de euros.
Los intereses así generados irán a las arcas del tesoro británico, pero Suiza podrá mantener su secreto bancario, informa hoy el diario Financial Times. Londres y Berlín habían intentado en un principio que Suiza aceptara entregarles automáticamente información sobre las cuentas secretas de sus ciudadanos, pero han llegado a ese compromiso.
Los detalles definitivos del acuerdo son todavía objeto de negociación bilateral, pero, según el Financial Times, el principio general de gravar las cuentas sin revelar la identidad de sus titulares será seguramente el mismo que se aplique a otro acuerdo similar entre Berna y Berlín esta misma semana.
El acuerdo de principio lo sellaron este lunes en Londres el ministro británico de Finanzas, George Osborne, y su homólogo suizo, Hans-Rudolf Merz. Ambos acordaron comenzar negociaciones sobre los términos exactos del nuevo tratado de cooperación fiscal, que se espera quede ultimado antes de que termine el año.
Un elemento de ese pacto será la imposición en origen de las rentas del capital que generen en el futuro las cuentas suizas de las que son titulares en ambos países. Se cree que el Gobierno británico presionará para que esa tasa sea del 50%, con lo que se equipararía al tipo máximo que grava en el Reino Unido el impuesto sobre la renta.
Sanción
Un segundo elemento, más polémico, según el diario británico, es el que se refiere a un nuevo impuesto o a una sanción a las cuentas heredadas del titular original fallecido y que no se han declarado nunca a las autoridades del país originario.
Según el Financial Times, se espera que ambos elementos vayan más lejos que el gravamen que las autoridades suizas imponen ya a las cuentas de ciudadanos de la UE de acuerdo con una directiva europea que tiene numerosas lagunas y que comenzó a aplicarse en 2005 y que ha generado relativamente poco dinero para las arcas públicas.
Londres y Berna negocian también la posibilidad de aplicar retrospectivamente el impuesto a las ganancias de capital retenido en origen también a los individuos que ingresaron fondos en empresas para burlar la directiva europea.
Aunque varían los cálculos sobre cuánto dinero generará el nuevo impuesto, fuentes del Tesoro británico esperan que sea muy superior a los 1.140 millones de euros que se prevé recaudar por un acuerdo similar firmado con Liechtenstein el año pasado.
Los banqueros suizos se apresuraron a calificar el acuerdo con Londres de triunfo para su sistema: "Me complace ver que nuestra propuesta ha sustituido a la idea de un intercambio automático de información en beneficio de todos los países involucrados", comentó Patrick Odier, presidente de la federación de banqueros suizos.
Sin embargo, dice el periódico, algunos creen que ésos pueden dar mayor fuerza al fisco británico y alemán a la hora de pedir detalles de las cuentas bancarias de sus ciudadanos a las autoridades helvéticas.