_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Más influencia del BBVA sobre Garanti

El BBVA debe asegurar su influencia sobre Garanti si desea justificar la adquisición. El banco español ha confirmado que negocia la compra de una participación del 21% de General Electric en la entidad turca. Pero también quiere un papel relevante en la gestión del banco. Si no lo logra, debe seguir su camino.

Los bancos turcos tienen sin duda su atractivo. El colapso del sector en 2001 supuso que el regulador insistiera en ratios de capital más altos durante la época de la eclosión, mientras que los bancos evitaban valores subprime dudosos. A pesar de que las acciones del banco turco se redujeron a la mitad durante la crisis, el sector se mantuvo relativamente fuerte. En tanto, Turquía tiene una industria bancaria subdesarrollada que ofrece su servicio a una población de 73 millones y a una economía que puede crecer un 6,8% este año.

A pesar de estos atractivos, General Electric está dispuesto a deshacerse de la participación como parte de una retirada más amplia del negocio de las finanzas. Intesa Sanpaolo, HSBC, Santander y Standard Chartered informaron de que le habían echado un vistazo en marzo a Garanti por tener las mejores perspectivas de crecimiento de las ganancias. El escollo fue que el grupo Dogus, el conglomerado turco que posee el 30% del banco, controlaba la estrategia.

Eso no ha cambiado. En el ínterin, sin embargo, los inversores se han dado cuenta de que los bancos turcos podrían ser una ganga. Después de un aumento del 40% de las acciones de Garanti desde marzo, ahora se cotiza a 2,3 veces de su valor previsto para final de año frente a las 1,5 veces registradas en la primavera, según datos de Thomson Reuters. A los precios actuales del mercado, el BBVA tendría que desembolsar 5.400 millones de dólares para comprar la participación de General Electric. Pero el deseo de venta de esta entidad, y la alternativa de colocar las acciones en el mercado, significa que el BBVA puede negociar un descuento.

Las nuevas regulaciones bancarias han limitado el interés de poseer participaciones minoritarias en otras entidades crediticias. Pero el precio podría estar justificado si el BBVA logra persuadir a Dogus para que le permita una entrada más estratégica y la posibilidad de elevar su participación en el futuro. El banco español es bienvenido si quiere probar suerte en Turquía, pero si la compra sólo implica el statu quo, no debería molestarse.

George Hay

Archivado En

_
_