Los ajustes por la nueva regulación llevan a Bank of America a perder 5.300 millones
Un grupo de inversores presiona al banco para que le recompre titulizaciones
Bank of America anotó en sus libros unas pérdidas de 7.300 millones de dólares (unos 5.284 millones de euros) en el tercer trimestre del año frente a los 1.000 millones de pérdidas del año pasado. Estos números rojos son producto de unas provisiones de 10.400 millones de dólares por la rebaja del fondo de comercio que ha de hacer por el impacto de la reforma financiera en sus comisiones y su negocio de tarjetas de crédito.
Esta provisión revela el impacto de la reforma y la caída futura de ingresos con la que se cuenta en la banca comercial debido a las rebajas de las comisiones. Sin esta anotación, el banco dirigido por Brian Moynihan, habría ganado unos 3.100 millones de dólares. La entidad se vio favorecida por la ligera mejora que ha detectado, al igual que Citi y JP Morgan, en las pérdidas por créditos. Esto le ha permitido liberar 1.800 millones de dólares en reservas.
La división de banca de inversión, que incluye Merrill Lynch, permitió elevar las ganancias gracias a la intermediación en renta fija.
Si los libros del banco dejan un sabor agridulce, lo que no cabe duda que es que lo más agrio es el escándalo de los embargos. Aunque el lunes levantó parcialmente la moratoria que se autoimpuso en la ejecución de embargos, el banco ha recibido una carta de parte de Pimco, el mayor gestor de bonos del mundo, la gestora Blackrock y la Reserva Federal de Nueva York demandando que recompre parte de las titulizaciones tóxicas empaquetadas en bonos por valor total de 47.000 millones de dólares procedentes de Countrywide, la hipotecaria que compró en 2008. Según la agencia Bloomberg la demanda se basa en los presuntos problemas que tiene Countrywide para procesar pagos y documentación.
Moynihan dijo que la entidad va a defenderse a sí misma y los intereses de los accionistas en caso de que haya disputas injustificadas de recompras. Es decir, titulizaciones realizadas sin seguir los estándares de los inversores. El ejecutivo señaló que la mayoría no tienen los defectos que se les achacan. En el tercer trimestre ha dedicado 872 millones de dólares a esta partida. Tras conocerse las demandas de los inversores, a dos horas del cierre de los mercados, el valor se desplomó.
Goldman Sachs presentó también ayer unos beneficios trimestrales de 1.900 millones de dólares frente a los 3.190 millones del mismo periodo del año anterior. La caída, del 40%, es algo menor de lo que esperaban los analistas dado que el retroceso en el negocio de intermediación ha sido compensado por los recortes de costes y unos mejores ingresos en la banca de inversión. Los ingresos totales se elevaron a 8.900 millones, un 27% menos.