Eulen advierte sobre los crecientes impagos de la Administración pública
Eulen reconoce que algunas Administraciones públicas demoran sus pagos hasta 24 meses. En su caso, la media de pago alcanza los 86 días, frente a los 82 de antes de la crisis. El grupo de la familia Álvarez elevará su facturación en 2010 hasta 1.331 millones.
La morosidad de las Administraciones públicas está pasando una grave factura a las empresas de servicios y el grupo Eulen no escapa a esta situación. No en vano, el 30% de su negocio depende de las Administraciones y algunos ayuntamientos llegan a posponer sus pagos entre 12 y 24 meses.
El director general corporativo de Eulen, Juan Jordano, aprovechó ayer un encuentro con medios donde adelantó los resultados previstos para 2010 para denunciar el papel que están jugando las Administraciones a la hora de cumplir sus contratos. "En España nadie cumple los plazos, porque somos morosos por definición", asumía Jordano. Aunque no quiso desvelar los nombres de los ayuntamientos con mayor morosidad, reconoció que entre ellos hay capitales de provincia.
El responsable de Eulen matizó que el grupo cuenta con los fondos propios necesarios para hacer frente a esta situación y que Eulen no ha incumplido los compromisos de pago hacia sus trabajadores. Además, apuntó que la nueva ley de morosidad va a ser muy relevante, "aunque es verdad que será casi imposible de cumplir". En cuanto a la media de los plazos de pago, Jordano reconoció que en España se sitúan entre 85 y 86 días. Antes de la crisis el plazo medio era de 82 días. Un repunte que el director general de Eulen achaca a las Administraciones.
Esta situación ha llevado al grupo de servicios a mirar hacia los mercados americanos, donde la morosidad es la mitad que en España. Juan Jordano destaca, sobre todo, el papel que puede jugar el grupo controlado por la familia Álvarez en Estados Unidos donde ya está presente, por ejemplo, como operador de servicios del aeropuerto de Miami.
El objetivo es lograr que el 50% de los ingresos de Eulen procedan dentro de aproximadamente cinco años de su presencia en países del continente americano que, actualmente, representan el 17% de la facturación. Según sus estimaciones, Eulen cerrará el ejercicio con un volumen de ingresos de 1.331 millones de euros. Una cifra ligeramente superior (un 1,77%) a la de 2009, a pesar de que el grupo cerró en julio su marcha de Argentina y Uruguay debido a las dificultades que presentaban ambos mercados. Sin embargo, su marca seguirá presente en ellos a través de acuerdos comerciales. Jordano adelantó que Eulen mantiene sus planes para los próximos años, tanto en su internacionalización como en su "filosofía conservadora". Respecto a las luchas en el seno de la familia Álvarez por el control de la sociedad, reconoció que "hay una confrontación" que calificó de "juego de niños". "Hay una mayoría que controla la compañía", justificó.
Sus planes de salida a Bolsa, aparcados y sin fecha
El grupo de servicios puso en marcha toda la maquinaria para salir a Bolsa. Pero estos planes han caído en saco roto pese a perfilarse como una de las alternativas para zanjar la disputa en el seno de la familia Álvarez. "El plan se anunció pero le gustaría hacerlo con el mayor consenso familiar posible", explicaba ayer el director general corporativo de Eulen en referencia a los deseos de su fundador, David Álvarez."Podríamos salir a Bolsa porque la estructura interna está preparada para salir al MAB Mercado Alternativo Bursátil en sólo tres meses o en seis meses si fuese en el mercado continuo, pero los planes están aparcados", reconocía Juan Jordano.Con el salto al parqué, Eulen no trataría de encontrar nueva financiación, sino abrir el accionariado a nuevos inversores. Además, Eulen aún tiene pendiente la entrada de consejeros independientes en su consejo de administración.