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Aumenta un 0,8% con respecto a 2010

El PE aprueba el presupuesto, pero exige que la UE tenga ingresos propios

El Parlamento Europeo (PE) adoptó hoy el presupuesto de la Unión Europea para 2011 y, por primera vez, lo mantuvo dentro de los techos propuestos por la Comisión Europea (CE), pero a cambio exigió un compromiso dirigido a dotar a la UE de sus propios ingresos.

El PE aprobó hoy un presupuesto que asciende a unos 130.000 millones de euros en créditos de pago -aquellos que se abonarán el próximo año- y a 143.000 millones en el total de créditos de compromiso, lo que supone un alza del 0,8% respecto al ejercicio de 2010.

En la mayoría de las partidas, los eurodiputados recuperaron las cantidades planteadas inicialmente por el Ejecutivo comunitario, tras los recortes adoptados por los gobiernos, con los que ahora debe pactar. Las cifras totales coinciden prácticamente con las planteadas por la CE, algo que supone una novedad, teniendo en cuenta que tradicionalmente la Eurocámara siempre ha abogado por un presupuesto más abultado.

"Hay que reconocer que el actual clima financiero es duro, con muchos Estados miembros viéndose obligados a hacer recortes substanciales en el gasto público para reducir la carga en las futuras generaciones", señalaron hoy las cuatro mayores fuerzas del PE en un comunicado conjunto.

Para los grupos conservador, socialista, liberal y verde "la Unión Europea debe desempeñar su parte y no pedir aumentos presupuestarios poco razonables".

Las principales modificaciones aprobadas por los diputados buscan reforzar la inversión en investigación, innovación, educación y energía. Además, entre otros puntos concretos, aumentan el apoyo previsto para los territorios palestinos en 100 millones de euros y defienden un fondo de apoyo al sector lechero de 300 millones.

A cambio de esa postura moderada frente a la de años anteriores, los eurodiputados exigen un debate abierto de cara a la financiación futura de la UE. En concreto, las principales fuerzas consideran que "es momento de dotar a la Unión de una mayor autonomía presupuestaria y de acabar con las disputas sobre las contribuciones nacionales".

La Eurocámara defiende ampliar de forma importante los recursos propios de la UE, que actualmente se limitan a una pequeña parte del IVA que recaudan los países y a ciertos impuestos aduaneros a productos que entran en los Veintisiete.

La idea es que las transferencias nacionales dejen de ser la base del presupuesto, que pasaría a financiarse con alguna fórmula aún por determinar, una idea que cuenta con el respaldo de la Comisión Europea, pero que normalmente han visto con recelo los países.

Entre las posibilidades que se barajan figura la de una tasa a las emisiones de dióxido de carbono o a las transacciones financieras, un impuesto sobre el transporte aéreo o incluso un "IVA europeo".

"Los Estados miembros deben comprometerse políticamente a cambiar el sistema", insistieron hoy los cuatro grandes grupos en su comunicado conjunto, que defiende que ese compromiso figure como parte de un acuerdo con el Consejo para el presupuesto de 2011.

A partir del 27 de octubre, el Parlamento y el Consejo comenzarán las negociaciones para tratar de cerrar un pacto sobre las cuentas del próximo año. En principio, cuentan con un plazo de tres semanas para que el acuerdo definitivo se someta a ratificación a mediados de noviembre.

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