Intel pide apoyo fiscal para construir fábricas en Estados Unidos
El consejero delegado de Intel, Paul Otellini, lanzó una agresiva propuesta esta semana al pedir al Gobierno de Estados Unidos que apruebe créditos o ayudas fiscales para las empresas que construyan fábricas en EE UU, como una manera de promover la contratación y lograr un impulso para el crecimiento del empleo en el país.
En un discurso pronunciado ante el Council of Foreign Relations de Nueva York, el máximo responsable del principal fabricante de chips del mundo planteó que construir, equipar y operar una fábrica de semiconductores en EE UU tiene actualmente un coste superior a 1.000 millones de dólares (unos 716 millones de euros). Y un 90% de dicha cantidad, según explicó Otellini, corresponde básicamente a impuestos y políticas de incentivos, no a costes laborales.
"Propongo que se otorguen incentivos para las compañías que construyan aquí sus fábricas y den empleo a nuestros trabajadores", afirmó el directivo de Intel, quien señaló que se deberían dar vacaciones fiscales a las empresas, sean estadounidenses o extranjeras, de entre cinco y diez años. Para Otellini, esta política devolvería a EE UU las actividades de fabricación, se impulsaría la creación de nuevos puestos de trabajo y se estimularía la economía y "sin coste para nosotros".
Además, Otellini propuso a la administración Obama que las tasas impositivas para las empresas se reduzcan en EE UU y se igualen con las de otros países, y pidió que se eliminen las regulaciones que están frenando la inversión.