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La propuesta fue presentada por la Comisión en julio

Los ministros de la UE buscan un acuerdo sobre la patente europea

Los ministros de Industria y de Innovación de la Unión Europea (UE) tratarán de alcanzar el lunes un acuerdo sobre las lenguas en las que se tramitará la futura patente europea, un asunto que sigue dividiendo a los Veintisiete.

El Consejo de Ministros de Competitividad (Mercado Interior, Industria e Investigación) tendrá que analizar la propuesta presentada por la Comisión Europea (CE) el pasado mes de julio, que apuesta por mantener los tres idiomas vigentes (inglés, francés y alemán) y descarta incluir otros como el español.

Los Veintisiete aprobaron la creación del sistema común de patentes hace casi un año con el objetivo de fomentar la innovación y el crecimiento económico, pero decidieron aparcar el debate lingüístico dadas las diferencias existentes entre las distintas delegaciones, hasta que la CE presentara una propuesta.

La mayoría de los países, liderados por Alemania y Francia, aboga por el modelo de las tres lenguas, pero nunca ha conseguido alcanzar la unanimidad en el Consejo de la UE para su aprobación definitiva dada la oposición de otros estados miembros como España e Italia. Estos últimos reclaman un modelo lingüístico más plural que incluya otros idiomas comunitarios o, en su defecto, un régimen más reducido que se limite a utilizar sólo el inglés, tal como planteó España.

Sin embargo, fuentes de la presidencia belga explicaron hoy que la propuesta española no cuenta con el apoyo suficiente entre los Veintisiete. Ante esta situación de bloqueo, que dura ya treinta años, fuentes diplomáticas confirmaron que Alemania ha planteado recurrir a la cooperación reforzada para sacar adelante la patente europea. Este mecanismo, contemplado en el Tratado de Lisboa pero que nunca ha sido puesto en práctica, permite que una iniciativa salga adelante a petición de nueve países miembros y con el respaldo de una mayoría cualificada en el Consejo Europeo, con lo que se permitiría evitar la oposición de España e Italia.

Por su parte, Bélgica -actual presidente de turno del Consejo- expresó su resolución de "intensificar los esfuerzos" para que se alcance un acuerdo en esta materia antes del fin de este semestre. Fuentes de la presidencia explicaron que esta semana presentaron unas políticas orientativas en una reunión de embajadores europeos, en las que apoyaba la opción de los tres idiomas y proponía un sistema de reembolso de los costes de la traducción para los investigadores. Sin embargo, precisaron que los detalles técnicos de esta última propuesta -de dónde provendrá el dinero para este reembolso- deben ser aún definidos.

Mientras, la CE aumenta la presión sobre los países para que alcancen un acuerdo que dé luz verde a la patente europea y, precisamente, la responsable de Investigación e Innovación, Máire Geoghegan-Quinn, recordó ayer que los investigadores europeos "pagan diez veces más por patentar sus ideas que sus competidores". La Comisión Europea estima que una patente validada sólo en 13 de los Veintisiete estados miembros cuesta 20.000 euros (de los cuales 14.000 corresponden a los costes de traducción), una cifra que podría reducirse hasta los 6.200 euros si se adoptara su propuesta.

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