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Columna
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Casas en Reino Unido

Los precios de la vivienda en Reino Unido caen en picado y casi se pueden oír las súplicas en la coalición de Gobierno. La economía necesita una cirugía fiscal. La coalición de los jóvenes turcos tiene que mostrar que tiene estómago para ello.

Gran parte del problema de Reino Unido es que la burbuja del precio de la vivienda aún no ha reventado. Las casas permanecen demasiado caras. La caída récord del 3,6% en el índice Halifax lo refleja. En julio y agosto, el índice Halifax aumentó inesperadamente. Pero la sorpresa de septiembre es un predictor fidedigno.

Se puede esperar que los precios de las casas caigan en lo que queda de año y 2011. Los bancos están mejorando sus balances y si el mercado inmobiliario cae, prestarán sólo con cautela. Incluso una mayor flexibilización del Banco de Inglaterra no hará mucho para amortiguar el golpe. El Gobierno tiene lo suyo con el problema del enorme déficit en sus cuentas. En junio, la coalición anunció un presupuesto de emergencia que prometía el recorte del gasto en el trimestre. Reino Unido volvió a ser fiscalmente responsable, pero la cirugía hasta el momento es sólo palabra.

El Gobierno podría añadir recortes drásticos, pero ya se tambaleó cuando planeó recortes para el subsidio familiar. Si hay un retroceso más general, Reino Unido se enfrentará al peor de los mundos: la debilidad económica, la espiral de la deuda y la incertidumbre de un drástico recorte fiscal en el aire que disuadirá a las empresas de invertir y a los consumidores de gastar.

Ian Campbell

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