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Las turbulencias en los tipos de cambio

La guerra de las divisas condiciona la recuperación europea

Los principales responsables económicos europeos, desde la Comisión hasta el Banco Central, avivaron ayer el debate sobre la necesidad de reequilibrar los mercados de divisas hacia una posición más natural. La depreciación del dólar frente al euro, unida al mantenimiento de un yuan artificialmente infravalorado, amenazan con lastrar la recuperación de la zona euro.

Las tensiones en los mercados de divisas pueden suponer un lastre para la todavía tímida reactivación económica europea. El tipo de cambio del euro frente al dólar rebasó ayer el nivel de 1,4 por primera vez en nueve meses, continuando una escalada que se inició cuando la Reserva Federal de Estados Unidos advirtió de que estaba preparada para adoptar nuevas medidas de expansión monetaria. La zona euro ocupa, tras los países emergentes y Estados Unidos, un tercer nivel en cuanto a la potencia de su recuperación económica, y la reciente apreciación del euro supone un lastre adicional para sus exportaciones. Si a ello se une la sempiterna intervención de Pekín sobre el yuan (que mantiene artificialmente infravalorado para favorecer su capacidad exportadora), se comprende que las autoridades europeas intensificaran ayer sus reclamaciones sobre un sistema de valoración más equitativo.

El miércoles, después de recibir nuevas reclamaciones europeas al respecto, el primer ministro chino, Wen Jiabao, advirtió que una revalorización rápida de su moneda generaría "turbulencias económicas y sociales" y "masivos cierres de empresas" en China, lo que "sería un desastre para el planeta". Ayer, el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, afirmó que la UE "no presiona a Pekín, ya que no es con presión exterior como vamos a conseguir que revalúen su divisa", lanzó la puya de que "está claro que ellos han infravalorado su moneda". Según los últimos datos de Eurostat, el déficit comercial de Europa respecto a China sumó en el primer semestre 71.000 millones de euros, 6.000 más que en el mismo periodo del año pasado.

Más presión sobre China

El déficit comercial de la UE con China suma ya 71.000 millones entre enero y junio

Por su parte, el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión, Amadeu Altafaj, fue más lejos al afirmar que el euro "está soportando una carga desproporcionada en el ajuste de los tipos de cambio" de las divisas mundiales, lo que "podría afectar a la recuperación económica de la zona euro. Un mensaje similar envió el presidente del BCE, dirigido tanto a China como a Estados Unidos.

Pero no solo Europa sufre las consecuencias de la apreciación de la moneda. El martes, el Banco de Japón rebajó hasta la nulidad los tipos de interés y anunció una millonaria compra de activos para inyectar liquidez y tratar de depreciar el yen. Apenas dos semanas antes, había anunciado la compra masiva de dólares con el mismo objetivo, un movimiento infructuoso que ya intentó Suiza a principios de año. Ayer mismo, el Gobierno brasileño autorizó a adquirir en el mercado los dólares que necesita para pagara la deuda externa del país en los próximos cuatro años, en una nueva medida para contener la apreciación del real frente al dólar.

Importancia para España

En el caso de España, el impacto de una revaluación del euro es particularmente dañino, pues presenta una de las balanzas comerciales (y también corrientes) de todo el mundo. Con la demanda interna todavía deprimida por la crisis de la construcción y un consumo lastrado por la subida del IVA, las esperanzas de una recuperación medianamente vigorosa pasan por la salud del sector exterior. Es cierto que el 58% de las exportaciones tienen como destino la Unión Económica y Monetaria, un mercado libre de oscilaciones de tipos de cambio al compartir el euro. Sin embargo, cuatro de cada diez euros vendidos se dirigen al resto del mundo, y ahí la depreciación del dólar o la contención del yuan en un tipo artificialmente bajo suponen un lastre para las ventas.

Entre esos mercados está China, país respecto al cual el sufrimiento comercial español es sangrante: según los últimos datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, las exportaciones hacia el gigante emergente se limitaron a 1.461 millones de euros en los primeros siete meses del año, frente a unas importaciones de 10.361. Así, la tasa de cobertura, que mide el cociente entre ventas y compras respecto a un país, se limita a un ínfimo 14,1%. El déficit comercial acumulado con China alcanza los 8.900 millones en ese periodo, y explica por sí solo casi un tercio del desequilibrio español respecto al conjunto del planeta.

Por su parte, la oficina estadística francesa publicó ayer los datos de comercio exterior de agosto, que muestran una ampliación del 16% del déficit frente a julio, hasta 4.900 millones de euros. Las importaciones crecieron un 19.1% en tasa interanual, casi tres puntos menos que el avance de las importaciones. De hecho, pese al crecimiento global, las ventas a Estados Unidos cayeron levemente, perjudicadas por la revalorización del euro.

El lunes, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, se refirió a las últimas tensiones como uno de los riesgos a evitar en la salida de la crisis. "Se han salvado el grueso de las tentaciones proteccionistas", afirmó, "pero no son tolerables actitudes que impidan el ajuste natural de los mercados, incluidos los de divisas".

Trichet y el interés en "un dólar fuerte"

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, fue ayer particularmente explícito: "Los movimientos repentinos en los tipos de cambio suponen una amenaza para el crecimiento económico". Hacía casi un año que Trichet no se refería a los mercados de divisas con tanta claridad. Después de la reunión del Consejo de Gobierno, el presidente del organismo emisor afirmó que los tipos de cambio "deberían reflejar los fundamentos económicos", en una clara referencia a países, como China, que trampean la cotización interviniendo en el mercado para generarse una ganancia competitiva.El BCE mantuvo los tipos de interés de referencia en la zona euro en el 1%, un nivel que Trichet calificó de "apropiado", lo que aleja la posibilidad de seguir el ejemplo del Banco de Japón, que el martes los rebajó al 0% para depreciar el yen.Trichet explicó que la actividad económica de la zona euro seguirá recuperándose en la segunda mitad del año, y afirmó que la menor demanda de liquidez de los bancos privados al propio BCE sugieren que los mercados monetarios comienzan a funcionar con mayor normalidad. Esa tendencia ha empujado hacia arriba los tipos de interés de mercado en la zona, poniendo al banco central en un camino distinto al de sus homólogos de países como Estados Unidos, donde los avisos de una mayor relajación monetaria han contribuido a la última espiral bajista del dólar. Esa separación podría presionar aún más la apreciación del euro, según analistas consultados por Reuters.El propio Trichet se refirió ayer de forma directa a Estados Unidos, expresando su "confianza" en la postura expresada en numerosas ocasiones por sus autoridades respecto a que "un dólar fuerte va en interés de EE UU".

Las cifras

1,4 dólares por euro llegaron a pagarse ayer en los mercados de divisas. El umbral no se rebasaba desde hace nueve meses.16% se incrementó el déficit comercial de Francia entre julio y agosto. Las exportaciones hacia EE UU cayeron en el último mes.14,1% es la tasa de cobertura de las exportaciones de España respecto de China.

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