El largo vuelo de Iberia con British
Si todo transcurre conforme al plan de vuelo, la fusión de Iberia y British Airways será por fin un hecho el próximo enero. Tras eternas negociaciones, más de una década de explotación conjunta de vuelos de Madrid y Barcelona con Londres y una vez superados un sinnúmero de inconvenientes que han eternizado el proceso, el pacto impulsado por Antonio Vázquez y Willie Walsh llegará a buen termino a principios de 2011. Esta operación no sólo es una garantía de futuro para la aerolínea española, sino que supone la base para que, en un sector en consolidación, se convierta en una de las contadas operadoras mundiales que marcarán el transporte aéreo en las próximas décadas.
El acuerdo suscrito ayer por las compañías británica y española con American Airlines para ganar cuota en el corredor entre Europa y EE UU es la demostración clara del vuelo de largo recorrido que van a iniciar juntas. Las tres operadoras, que en palabras de máximo ejecutivo del gigante estadounidense van a funcionar como una sola compañía, competirán conjuntamente con los otros gigantes mundiales desde cinco puntos globales distribución: Londres-Heathrow, Nueva York-JFK, Chicago, Miami y Madrid-Barajas. Si las cosas se hacen bien, este último se convertirá en un centro de conexión clave entre Europa y Norteamérica.