Irlanda triplica su déficit para salvar a la banca
Dublín debe demostrar ahora que es capaz de cumplir el objetivo marcado por Bruselas en 2014
Hace sólo unos meses, cuando los mercados pusieron la imagen de la deuda pública española contra las cuerdas, analistas de toda Europa señalaron a Irlanda como el ejemplo de austeridad que debía seguir el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para enviar un mensaje de calma a los mercados. Una vez que la deuda española había conseguido estabilizarse, después de la publicación de los test de estrés a la banca, el riesgo soberano se centralizó en la deuda irlandesa. Durante las últimas semana, la prima de riesgo de su deuda ha ido rompiendo récords históricos día tras día. El tipo de interés que soportan sus bonos en el mercado secundario alcanzó límites desconocidos, hasta el punto de destapar la posibilidad de que Irlanda siguiera los pasos de Grecia y pidiera ayuda al fondo de rescate europeo.
La publicación de los test de estrés de la banca marcó un antes y un después para España y el anuncio, esta semana, del coste definitivo del rescate bancario irlandés, está en principio cumpliendo la misma función para Irlanda, apaciguando a los mercados. Si el Gobierno ya había asumido un sustancioso plan de rescate, esta semana se ha visto obligado a echar el resto. El coste total del plan podría ascender finalmente hasta los 50.000 millones de euros, de los que el grueso ha ido destinado al Anglo Irish Bank para evitar un nuevo descalabro. La reestructuración de esta firma ya había requerido unos 22.900 millones de euros desde que fue nacionalizada a comienzos de 2009 para evitar su caída. La cifra terminará ascendiendo a una horquilla de entre 29.300 a 34.300 millones dependiendo del escenario. Un montante al que se suman las ayudas a las otras cinco grandes entidades del país, entre las que también destaca el Allied Irish Bank, que podría quedar prácticamente en manos públicas.
La cuantía del agujero de la banca irlandesa, que se conoció el jueves, ha rebajado la prima de riesgo del país en 45 puntos en dos días. Una cifra alentadora, dado que ante los rumores de quiebra de un banco nacionalizado, el diferencial entre el bono irlandés y el alemán -de referencia- se había disparado hasta los 449 puntos básicos el miércoles. El bono irlandés a 10 años se pagaba al 6,73% en el mercado secundario y se ha relajado hasta los 6,3% tras conocerse el plan de rescate bancario.
La política de austeridad irlandesa fue puesta como ejemplo para España
"El anuncio ha sido positivo para los mercados", asegura Antonio García Pascual, economista jefe para el sur de Europa en Barclays Capital. "El coste va a ser alto pero está en la línea de lo esperado. La principal fuente de incertidumbre es el mercado inmobiliario, y lo más importante es que el Gobierno ha planteado distintos escenarios, incluso uno que implicaría una bajada de los precios del 65%, lo que aporta claridad a la situación", explica.
Dublín, que registró el mayor déficit de toda la UE (14,3%) el año pasado -y podría multiplicarlo ahora hasta el 32% por el rescate bancario-, se enfrenta ahora a la tarea titánica de cumplir con el objetivo de rebajar el déficit al 3% para dentro de tres años. Con la misión de reflotar su sistema bancario, el Gobierno irlandés tendrá que recuperar también la credibilidad como un pagador solvente. De otro modo, podría activarse el círculo vicioso que atravesó Grecia.
"La situación del país es diferente a la de Grecia, que tenía que hacer frente a sus pagos. Irlanda ha cubierto ya totalmente sus necesidades de financiación para este año, e incluso esta prefinanciando parte del año que viene", apunta García Pascual. Por eso, expone, "no necesitará pedir ayuda del fondo europeo, al menos no en el corto plazo. El riesgo está en el mercado inmobiliario, en que su precio caiga aún por encima de lo estimado". Ante el dilema de trabajar con emisiones a un coste del 6% de interés, o pedir a la ayuda europea a un 5%, Ignacio Victoriano, analista de Renta 4, se inclina por lo primero. "Mientras puedan seguir financiándose a ese precio lo harán. Recurrir al fondo da la imagen de que el país no tiene otra salida". Una opinión que comparten en Barclays, donde creen que "el dinero puede venirles bien a la larga pero tiene un efecto muy negativo en el corto plazo".
En Nomura, por su parte, reseñan que "la deuda del país depende brutalmente del coste de recapitalización de la banca". Y recuerdan que, en cualquier caso, "los mercados están demasiado" centrados "en una perspectiva negativa" sobre Irlanda.
Una nueva agenda
Los retos que le esperan al gobierno-El déficit de Irlanda se aproximará con el rescate bancario al 32% de su PIB. El objetivo es reducirlo al 3% en 2014.-Un nuevo ajuste presupuestario será presentado en noviembre para ahorrar unos 3.000 millones más al país.-Las subastas de deuda pública se congelan hasta enero, a la espera de que los tipos de interés se normalicen de nuevo.
Auge y caída del 'tigre celta'
El meteórico crecimiento económico que Irlanda experimentó desde finales de los noventa le valió al país el sobrenombre de "el Tigre Celta". Pero la crisis ha domado a la fiera, haciendo tambalearse un sistema asentado en el negocio del ladrillo. En España, donde la caída de la construcción ha cercenado cientos de miles de empleos, el valor de los inmuebles apenas ha caído a niveles de 2006. En Irlanda lo ha hecho a precios de 2002. Pese a tomar la incitativa en el ámbito de la austeridad, el paro irlandés ronda el 14% y su economía sufre. "Tiene algunas fortalezas incluyendo un mercado laboral flexible, pero no es suficiente", señala el último informe de UBS, que señala a la banca como el principal lastre. "La confianza del consumidor ha mejorado, pero la deuda de los hogares sigue demasiado alta, el mercado de trabajo sigue estresado por la falta de competitividad, y el recorte fiscal en curso y la continua caída del precio de los inmuebles sugieren que cualquier recuperación del consumo será cuanto menos anémica", concluye.