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Ocho de cada diez casas lo mantienen

La crisis no logra expulsar el teléfono fijo de los hogares españoles

Las cifras inducen a la confusión. La CMT publica cada mes el dato de las miles de líneas de telefonía fija que se están destruyendo en España. Pero cuando el INE hace su recuento anual, la realidad es que los hogares españoles siguen aferrados a su teléfono tradicional. Son las corporativas y las segundas líneas las que se están eliminando. Por ahora, ni el móvil ni la crisis están pudiendo con el fijo.

La crisis no logra expulsar el teléfono fijo de los hogares españoles
La crisis no logra expulsar el teléfono fijo de los hogares españolesPABLO MONGE

Puede que la calidad de comunicación siga considerándose mejor que la del móvil, o que los precios sean más baratos, o que quede más bonito en el salón. Sea cual sea el motivo, los datos dicen que los hogares españoles son reacios a jubilar la telefonía fija. Y su fidelidad no procede sólo de que muchas operadoras obliguen a sus clientes a tener una conexión física para dar banda ancha, porque el porcentaje de viviendas con fijo es muy superior al de aquellas con cable o ADSL.

Así lo atestigua el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su encuesta de equipamiento en los hogares de 2010. Ocho de cada diez viviendas mantienen el teléfono fijo, pese a que la mayoría tienen también móvil.

El porcentaje exacto es el 80,3% del total y lo importante es que esa cifra es idéntica a la de 2009. En todo un ejercicio -y no ha sido uno cualquiera, con los efectos de la crisis impactando en todos los sectores- no ha variado ni una décima la proporción de hogares que ha resistido la tentación del ahorro por esa vía y ha conservado su conexión fija. Y el gasto asociado a ella, ya que sólo la cuota mensual supone 14 euros.

Estos datos echan por tierra la teoría de que el móvil supondría la muerte del fijo. Es personal, no tiene cuota mensual asociada y se puede llevar a todos los cuartos de la casa. Estas ventajas hacían anticipar una mala madurez al fijo y así parecía que iba a ser a mediados de década, cuando el celular empezó a imponerse. Entre 2004 y 2007, el teléfono fijo pasó de estar en el 89,8% de los hogares a caer hasta el 81,2%. Pero ahí terminó el desplome.

En 2008, el porcentaje de viviendas con fijo incluso repuntó y se situó en el 81,3%. Al año siguiente, la crisis estaba en su máximo esplendor y hubo una recaída, aunque no muy grande. Se llegó al 80,3% y ahí se ha quedado.

Y ello, pese a que el uso del móvil sigue expandiéndose. Hace un año, casi el 6% de los hogares sólo tenía teléfono fijo. Ahora, esta cifra se ha reducido al 4,8%. A la vez, las casas con móvil empiezan a ser casi todas: el 94,6%, según el último estudio del INE, un punto más que hace doce meses.

Pero este crecimiento no se hace a costa del fijo. El 19% de las casas había optado por prescindir del teléfono tradicional hace un año y tener sólo el móvil, y el mismo porcentaje se mantiene doce meses después.

La realidad que dibuja el estudio del INE contrasta con las cifras que publica mes a mes la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Estos informes dicen que entre enero y julio de este año las empresas y los particulares han renunciado a 73.744 líneas de telefonía fija. En 2009 fueron casi 400.000. ¿Cómo puede ser que, con estos datos, no caiga el número de hogares con teléfono tradicional? La primera respuesta es que muchas de las desconexiones se producen en empresas. Dependiendo del sector, cada despido puede significar la necesidad de una línea menos. La segunda explicación es que el INE no incluye en sus estudio las segundas residencias o las casas de verano, donde el ahorro puede haber llevado a renunciar a la conexión. También se han reducido drásticamente las segundas líneas en los hogares.

Las operadoras han sido conscientes de esta resistencia de la telefonía fija. En un principio, dieron la gran batalla contra Telefónica por la banda ancha, pero poco a poco Jazztel, Orange y Vodafone han visto que pelear por la telefonía fija también da sus frutos.

Adiós al mito del móvil universal

La encuesta del INE pone fin a otro mito universal: el móvil está en todas partes y en todos los bolsillos; no se puede vivir sin él, hasta el punto de que hay más móviles que personas, lo que implica que no sólo los bebés tienen un celular nada más nacer, sino que mucha gente tiene que tener varios para que las cifras cuadren.Esta teoría se basa en datos como los proporcionados por la CMT, que dicen que en julio había 52,9 millones de líneas móviles en España, sin contar las que comunican máquinas, lo que supone una penetración del 114,6% sobre la población.El INE, sin embargo, ha preguntado a la gente si usa el móvil y ha respondido afirmativamente el 92,2%. Eso significa que un 7,8% de los españoles no lo hace. Es posible, eso sí, que tenga un móvil en el bolsillo, pero lo cierto es que no lo utiliza.

La cifra

57,4% de los hogares tiene conexión de banda ancha, lo que implica un aumento de más de seis puntos desde el último estudio del INE.

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