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Tribuna
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Recortes y menos financiación para las políticas sociales

El presidente del Gobierno se presentó a los españoles como el más social de la Democracia y la realidad ha puesto al descubierto su peor cara, la pérdida de bienestar de los españoles tras su gestión. Con una tasa de paro del 20,5% que dobla la media europea, con 4 de cada 10 jóvenes que quieren trabajar y no pueden hacerlo, es evidente que los españoles tenemos menos oportunidades hoy y más incertidumbre sobre el futuro.

A cambiar las cosas tampoco ayudan los Presupuestos que acaban de llegar al Congreso porque se resignan frente al paro, cuando el empleo es la mejor política social.

El Gobierno presenta unas cuentas condicionadas por los dos grandes agujeros negros de nuestra economía: el paro y la deuda.

Las consecuencias son muy graves para la economía, porque los recortes en la inversión productiva y la subida de los impuestos desaniman la iniciativa de empresarios e inversores, frenan el crecimiento y la creación de empleo, pero también son muy graves para las políticas sociales y para los servicios públicos, como estamos viendo en los recortes en la dependencia, en las políticas familiares, en la vivienda, y, como ahora temen las comunidades autónomas, en la sanidad y la educación.

El modelo de financiación de las comunidades autónomas ha sido un rotundo fracaso más del Gobierno socialista. Los 11.700 millones de euros anunciados por la vicepresidenta económica no se encuentran por ningún sitio en los PGE para el año 2011 y si el Ejecutivo no cubre los compromisos adquiridos en el Sistema de Financiación Autonómica, se ponen en peligro la prestación de los servicios públicos fundamentales de sanidad, educación y dependencia.

El Ministerio de Economía ha rebajado de forma sustancial la financiación que recibirán las comunidades autónomas del Fondo de Suficiencia Global, que es la partida de cierre del sistema y el reflejo de la solidaridad entre españoles.

Ha sido una decisión unilateral del Gobierno, de la que no ha informado a las comunidades autónomas. Los presupuestos rebajan las aportaciones del Fondo de Suficiencia con la excusa de ajustar provisionalmente las aportaciones del ejercicio del 2009. Pero esta decisión no es conforme con lo estipulado en la misma Ley de Financiación Autonómica, que expresamente obliga a que el ajuste del Fondo de Suficiencia debe hacerse "una vez que se conozcan las variables y los recursos necesarios", es decir, cuando se tengan todos los datos precisos para la liquidación definitiva de la financiación del año 2009.

Sin embargo, cuando la Ley de Presupuestos regula la forma en que se practicará la liquidación del ejercicio de 2009, no tiene en cuenta las garantías y compromisos de financiación para ese año previstos en el nuevo sistema. Y obliga a que las aportaciones de los Fondos de Convergencia se destinen también a compensar la liquidación negativa de los tributos cedidos, lo que, a fin de cuentas, significa que las comunidades autónomas no van a disponer el año que viene ni de los Fondos de Convergencia de 2009 ni de los Fondos de Convergencia de 2011.

Otro jarro de agua fría para las comunidades autónomas es la constatación de que en los Presupuestos del próximo ejercicio la dotación global de los Fondos de Compensación Interterritorial se reduce un 37% respecto de lo presupuestado en 2010, y ni siquiera llega a cubrir la cantidad mínima prevista por el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y todo esto se ha hecho a oscuras, sin consultar con las comunidades autónomas. A la vista del resultado, no es de extrañar que el Gobierno haya ocultado este Presupuesto tan descorazonador hasta que no ha tenido más remedio que sacarlo a la luz.

Las graves dificultades de las comunidades autónomas para cubrir sus responsabilidades son una manifestación elocuente del extremo a que nos ha llevado la lamentable gestión económica del Gobierno socialista a lo largo de los últimos años, incluyendo también los anteriores a la crisis.

En España estamos pagando, entre otras cosas, tanto tiempo perdido por el Gobierno frente a la crisis, tanta improvisación y tantas medidas de ida y vuelta, que sólo nos han servido para malgastar el dinero, cada vez más escaso, y para encarecer los préstamos que necesitamos para cubrir el déficit.

Fátima Báñez García. Portavoz Adjunta del Grupo Parlamentario Popular

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