Sindicalismo en la 'zona chunga'
La huelga general pasa desapercibida en el distrito financiero de Madrid.
Un grupo de sindicalistas camina hacia las 10 de la mañana en dirección a la Puerta del Sol, en Madrid, por el Paseo de la Castellana. El recorrido entre las cuatro torres que se levantan en los antiguos terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid y la sede de BBVA, en Nuevos Ministerios, esta repleto de sedes de algunas de las grandes multinacionales españolas, embajadas y bancos. Hay menos gente y menos tráfico que otros días a esas horas. Rodeados de ejecutivos con corbata y maletines el grupo de sindicalistas parece más bien un grupo de turistas despistados.
"La verdad es que esta es una zona un poco chunga para nosotros", dice uno de los sindicalistas, que porta bandera y gorra de Comisiones Obreras. "Hemos tenido alguna provocación, pero con no caer en ella es suficiente", dice. "Desde luego no es lugar para nosotros, pero a ellos [refiriéndose a los empleados que entran y salen de Torre Picasso] les despedirán en las mismas condiciones que a los demás, y luego dirán" comenta. "La gente no se da cuenta de lo mala que es esta reforma laboral", añade.
En la entrada de Torre Picasso aseguran que la afluencia de gente ha sido la misma que otros días. La misma impresión tienen en las Torres Kio, en Torre Europa y en los rascacielos de Mutua Madrileña, Sacyr y OHL (la de Caja Madrid esta todavía desocupada). "Puedes decir que todos los que trabajamos en Caja Madrid hemos venido a trabajar", dicen unos empleados que fuman un cigarro en la entrada de la torre Kio que la entidad madrileña ocupa todavía como sede. "Y que estamos orgullosos de ello", añaden. "No ha habido ningún problema, a primera hora ha estado uno repartiendo folletos de la huelga, pero nada mas".
"Yo he venido a trabajar como todos los días, y la mayoría de la gente de aquí también", dice un empleado de Torre Europa, sede de la consultora KPMG. "De las 1.400 personas que trabajan aquí a diario han venido 1.200, seguro que el resto que no ha venido ha sido porque no ha podido, pero no porque no haya querido", asegura.
El incidente mas destacado en la zona ha ocurrido en la obra del edificio que El Corte Ingles construye sobre el terreno donde antes de levantaba el Windsor, el rascacielos derruido por un incendio en 2005. Hacia las seis de la mañana unos piquetes cortaron la entrada a la obra. "Ha llegado la policía y han roto un par de cristales de coches, a dos de los piquetes se los han llevado detenidos", dice uno de los trabajadores. "Después hemos podido entrar a trabajar, aquí hemos venido casi todos", dice.
En la torre de Sacyr un empleado del hotel ubicado en el rascacielos asegura que esta siendo un día mas. "A primera hora había algo mas de policía, pero no ha pasado nada", comenta. En el edificio de Mutua Madrileña "las cien personas que mas o menos ocupamos ahora la torre han venido a trabajar", dicen en la entrada. En el de OHL, de las cuatro torres la que en la actualidad tiene mas vida, con empresas del grupo de Villar Mir y las embajadas de Reino Unido, Canadá, Holanda y Australia, no reseñan tampoco ningún incidente ni ausencia de trabajadores.
"Ningún problema, aquí no ha venido nadie", dice Francisco Jose Alonso, del quiosco de prensa situado a los pies del rascacielos de OHL. "En la ultima huelga si que vinieron algunos piquetes e intentaron que no abriera, pero esta vez nada de nada", apunta.
