Las grandes fortunas optan por retrasar sine díe su jubilación
¿Por qué jubilarse a la edad legalmente establecida por cada país si muchos ciudadanos se sienten capacitados para continuar activos laboralmente? Esta pregunta se la hacen cada vez más las grandes fortunas, lo que les lleva a retrasar su retiro sine díe, según un estudio de Barclays.
El informe elaborado por Barclays Wealth se ha basado en entrevistas realizadas a 2.000 inversores con elevados patrimonios. Para poder ser incluido en este selecto club es necesario disponer de lo que la entidad califica como activos de inversión o un patrimonio líquido de al menos un millón de libras (1,17 millones de euros). Así, el estudio establece tres niveles de riqueza. De 1,17 a 2,33 millones de euros; patrimonios de entre 2,33 y 11,76 millones de euros y el tercero por encima de esta última cantidad. Fuentes de Barclays explican que 200 de los encuestados se encuentran en el rango más elevado.
Entre las conclusiones que arroja el análisis, destaca cómo es cada vez más frecuente que las grandes fortunas opten por redefinir su jubilación, ya que los inversores con abultados patrimonios suelen considerar la edad legal de retiro "irrelevante".
Barclays Wealth acuña el término nevertiree para referirse a aquellos trabajadores que disponen de patrimonios elevados y optan por huir de la jubilación tradicional. En lugar de dedicarse al ocio o al turismo, se decantan por continuar trabajando, abrir un negocio o involucrarse en otros proyectos según se van acercando sus últimos años de vida laboral. En términos agregados, el informe señala que el 60% de las grandes fortunas a nivel mundial no piensa retirarse y aspira a permanecer sine díe en activo.
Actitud social
Esa cifra varía según el país de origen, la edad o la fuente de su patrimonio (ver gráfico). Es reseñable que el mayor porcentaje de ricos que desea prolongar su vida laboral se concentra en las economías emergentes y el menor en países desarrollados como EE UU, Japón o España. ¿Qué explica esta circunstancia? Fuentes de Barclays Wealth indican que "refleja diferentes actitudes sociales en relación al concepto de jubilación por si mismo. Europa lleva ya cinco o más décadas contando con la idea de que la edad de retiro llega en torno a los 65 años, mientras que en las economías en desarrollo esa idea no está tan desarrollada". Generalizar esta prolongación de la vida activa tiene, según el informe, evidentes beneficios económicos para la sociedad, pero siembra dudas sobre los relevos generacionales en el seno de esos grandes inversores.
Seguir en activo no se contradice con ser previsor
Entre los riesgos que los expertos ven a esta tendencia de retrasar la jubilación, uno de los más importantes hace referencia a las herencias. Los expertos coinciden en señalar que mantenerse activo laboralmente no debe ser antónimo de ser previsor. "Lo habitual ha sido que, cuando se acerca el momento de retirarse, las personas comiencen a planear cuestiones de sucesión, herencia y patrimonio. Si continúan en activo, pueden dejar de lado el momento de resolver esas cuestiones, lo que en el caso de grandes fortunas, puede generar dificultades a largo plazo", defiende Barclays Wealth.