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Másteres y posgrados

En paro y dispuestos a invertir los ahorros en un máster

Las escuelas de negocio registran un incremento en la demanda de solicitudes de másteres por desempleados.

En paro y dispuestos a invertir los ahorros en un máster
En paro y dispuestos a invertir los ahorros en un máster

Cómo afrontar la salida repentina del mercado laboral es un interrogante al que numerosos cargos directivos se han enfrentado en los dos últimos años. La crisis está poniendo puntos y aparte en muchas trayectorias profesionales. Cuando el momento llega, se abren dos alternativas: bucear en la red de contactos adquirida para regresar a un puesto de trabajo en otra compañía, o bien optar por la formación hasta que el temporal amaine.

El Ministerio de Educación abrió a principios de este mes el plazo para solicitar becas y optar a matrículas gratuitas en másteres para desempleados de 25 a 40 años. La medida da cuenta de qué opción privilegian los profesionales en stand-by laboral.

En el sector privado, las principales escuelas de negocios dicen estar registrando un incremento de solicitudes de candidatos con este perfil en sus programas MBA a tiempo completo, ya que la oferta académica a tiempo parcial suele estar copada por directivos en activo que quieren dar un valor añadido a su carrera sin dejar el puesto de trabajo.

En el curso que arrancó el 30 de agosto en Esade, "un 5% de las solicitudes corresponden a personas que se encuentran en paro", explica Nuria Aguilera, directora de Marketing MBA de la escuela, con sede en Madrid y en Barcelona.

En todos los casos, y pese a que se trata de una salida del mercado laboral no deseada, la opción de formarse no es repentina. "Estas personas suelen planificar en su carrera profesional el estudio de un MBA, no lo deciden de un día para otro, lo que hacen es aprovechar un momento bajo del mercado", añade Aguilera.

La misma escuela ha registrado un descenso de la demanda en sus programas de tiempo partido. En un momento de fuerte inseguridad laboral como el actual, los profesionales prefieren no ausentarse de su puesto de trabajo la mitad de su jornada laboral.

Optar a un máster en plena crisis "representa una ventaja competitiva importante en un momento tan agitado", explica Juan Pablo Arrieta, director de comunicación de ESIC. "Los profesionales que atraviesan una situación de desempleo son un objetivo muy interesante para los alumnos, quien no se forme en tiempos de crisis lo tendrá más difícil después", añade.

Así piensa también Ramón Ugarte. Este ingeniero de Telecomunicaciones de 41 años salió de una multinacional de su sector en enero de 2009. Se tomó unos meses de reflexión y el mismo año apostó por invertir en el máster en Dirección de Marketing y Gestión Comercial de ESIC. Terminó en julio de 2010 y ahora figura en varios procesos de selección. Su búsqueda se dirige hacia el desarrollo tecnológico, "donde puedo aportar mi trayectoria y valor añadido", explica.

El momento actual también está viendo desfilar por las escuelas de negocio candidatos que se arriesgan a dejar su puesto de trabajo para reorientar su carrera. De hecho, el grueso del sector ha vivido un boom de estudiantes en programas de posgrado y de MBA en los últimos tres años.

"La evolución de solicitudes de admisión en la escuela de negocios ha aumentado un 20% anual durante los últimos tres años", explica Eduardo Fernández-Cantelli, director general de Marketing y Mercados de IE Business School.

Para Luis Sanabria, economista formado entre Colombia y Reino Unido, el MBA que actualmente cursa en dicha institución "era la opción idónea para generar sinergias entre mi experiencia profesional como auditor en el sector privado y como asesor de Presidencia del Gobierno de Valencia, y volver así al sector privado", cuenta.

El curso académico de un año de duración fue la opción más adecuada para él porque "en tiempos como los actuales, el tiempo es cada vez más importante para el currículum". El MBA le ha aportado además una clave fundamental: poder adaptarse al cambio constante en plena globalización.

Se endurecen las condiciones de financiación

Desembolsar 52.000 euros para cursar un MBA cuando se está en el paro es una dificultad añadida y muestra hasta qué punto los estudiantes que acceden a este tipo de formación la consideran una inversión de futuro.Las escuelas de negocios tienen abiertas líneas de financiación con condiciones preferentes para sus estudiantes, a tipos de interés más baratos y periodos de carencia de 18 meses. Pero ahora, las restricciones crediticias están poniendo algo más difícil la financiación de los cursos, según reconocen desde estos centros.No obstante, "los candidatos están dispuestos a endeudarse para mejorar profesionalmente", explican desde IE Business School.

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