"Las autoridades tendrían que valorar su uso en otros países"

La experta en psicofisiología forense Concha Pérez explica que comenzó a interesarse por el polígrafo cuando tuvo un conflicto con un policía. "Era mi palabra contra la suya", así que encargó una prueba a un profesional. Después de titularse en Estados Unidos, advierte contra los impostores que utilizan la máquina sin tener los conocimientos necesarios.

¿Cuál es la principal ventaja del polígrafo?

Desde 1940 el polígrafo ha tenido gran aceptación en todos los ámbitos y ha formado parte de los departamentos policiales más importantes del mundo. Desde la antigüedad ha existido una obsesión psicológica por distinguir la verdad de la mentira. El polígrafo vino a solucionar todas estas dudas.

¿Qué ventajas puede permitir su uso generalizado en el ámbito empresarial?

Muchísimas. Por ejemplo, se usa con frecuencia en los departamentos de recursos humanos y permite comprobar los datos sobre un trabajador. La rotación excesiva de personas, cuando haces una mala elección, perjudica a la empresa no sólo por el tiempo que tardas en enseñar las tareas, sino por el impacto personal que provoca al resto de los trabajadores tener que adaptarse a un nuevo jefe.

¿Por qué cree que en España no se usa en el ámbito judicial?

Creo que las autoridades tendrían que analizar por qué y cómo lo utilizan en otros países, y también debían darse cuenta de todo el tiempo que llevan usándolo. El problema en España es que su imagen se ha deteriorado mucho con la televisión. No detecta sentimientos, como muestran esos programas.

Cuéntenos alguno de los casos más llamativos a los que se ha enfrentado.

Recuerdo una niña de 17 años a la que habían acusado de haber robado mucho dinero a su padre. Fue sometida al polígrafo por alguien inexperto. Acudió a mí e hicimos una nueva prueba que la exculpaba. El tiempo también ha demostrado que no era culpable.