La antigua Proinosa presenta concurso de acreedores
La constructora Altiare, la antigua Proinosa, ha presentado concurso de acreedores debido, según la compañía, a "factores externos a la empresa" como la crisis económica, la restricción crediticia y los retrasos en los cobros de clientes privados y públicos.
La empresa cuenta con un activo realizable de 128 millones y un pasivo de 96 millones, según han explicado a Efe fuentes de la compañía.
La antigua Proinosa, propiedad de la familia Singla, no ha aclarado si entre estos "factores externos" se encuentra la imputación de Josep Singla, ex presidente y socio de referencia en el denominado "caso Pretoria", en el que se investiga el tráfico de influencias en el sector inmobiliario y el ayuntamiento de Santa Coloma, que instruyó el juez Baltasar Garzón.
La compañía presentó ayer por la tarde el concurso de acreedores y está a la espera de que se le comunique el número del juzgado que debe tutelar el proceso. La negociación del concurso se alargará hasta febrero del año que viene, según las estimaciones de la empresa, que tiene 1.236 trabajadores y en 2009 facturó 174 millones.
Operación "Pretoria"
Proinosa cambió su nombre por el de Altiare en abril, el mismo mes en el que Josep Singla quedó en libertad bajo fianza tras su detención en la operación "Pretoria" de corrupción urbanística y dejó la presidencia de la compañía.
Las presuntas irregularidades de Gramepark, empresa pública del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet investigada en la operación "Pretoria", salieron a la luz gracias a una auditoría de Deloitte encargada por el consistorio de Santa Coloma, cuyo ex alcalde Bartomeu Muñoz es uno de los principales imputados en la trama.
Según ese informe económico, desde el año 2007 Gramepark encargó 29 proyectos saltándose las normas de contratación pública y "sin justificación".
Proinosa, presidida por otro de los principales imputados, Josep Singla, fue la adjudicataria de la mayoría de esos proyectos, entre ellos la construcción de cuatro aparcamientos, pese a no haber quedado en primera posición respecto a la oferta económica realizada.
La empresa negó haber recibido tratos de favor por parte de Gramepark y defendió que siempre ha actuado dentro de la legalidad y que fueron los nuevos propietarios los que negociaron con el Ayuntamiento de Santa Coloma las dos recalificaciones posteriores que cambiaron los usos, de las cuales la constructora de Singla "no obtuvo ningún beneficio".
Proinosa mantuvo en su día que de toda la facturación de la constructora los contratos con Santa Coloma suponían sólo el 4% del negocio, y recordó que todo el auto de Garzón se basaba en la relación entre Gramepark y Proinosa a la que la empresa pública municipal sólo adjudicó el 15% de los proyectos a los que se había presentado Proinosa.