El extraño negocio de los estudios de cine Ciudad de la Luz
La Generalitat pagó a productoras 4,5 millones por rodar allí en 2009
La política de grandes eventos que ha defendido la Generalitat Valenciana en los ya casi 16 años que gobierna el Partido Popular se resquebraja con el paso del tiempo. Si Terra Mítica, emblema de una estrategia iniciada por Eduardo Zaplana, pasa todas las penurias económicas posibles, otros proyectos de similar ambición corren el riesgo de compartir similares penalidades. Uno de ellos, ideado durante la época de Zaplana pero desarrollado e impulsado fundamentalmente por el presidente actual, Francisco Camps, es Ciudad de la Luz, unos estudios de cine ubicados en Alicante financiados íntegramente por la Generalitat y que son una ruina desde el punto de vista económico.
Según las cuentas del año 2009, hechas públicas ayer junto con el resto de la Cuenta General de la Generalitat Valenciana, Ciudad de la Luz registró unas pérdidas de 24,23 millones de euros, casi un 10% más que el año anterior. Sin embargo, no es éste el detalle más llamativo de las cuentas. Sobre todo porque hay un hecho clave en la forma de funcionar de esta empresa pública. Se supone que los estudios deberían tener ingresos por que las productoras pagaran por rodar en los estudios de Alicante. Sin embargo, la práctica es prácticamente la contraria. Ciudad de la Luz paga a las productoras por grabar allí.
En teoría esta forma de funcionar estaba prevista para el arranque de unas instalaciones que se pusieron en marcha en 2006. Sin embargo, con el paso de los ejercicios no se aprecia un incremento notable en los ingresos de la actividad y se mantiene un elevado pago de subvenciones a los proyectos que se ruedan en los estudios.
La cifra de negocio del complejo apenas supera los 0,3 millones
En 2009, Ciudad de la Luz pagó 4,5 millones de euros a algo más de una decena de producciones, con una cifra media 350.000 euros. Sólo la productora de serie que emite Canal 9 L'Alqueria Blanca, sobrepasó con creces esa cifra, al percibir en el ejercicio pasado 1,14 millones de euros. Además, según consta en las mismas cuentas, se han anticipado otros 2,82 millones de euros a otra decena de producciones previstas para 2010. Todos están muy lejos del mayor esfuerzo subvencionador de Ciudad de la Luz, que pagó 4,7 millones a la productora de Astérix en los Juegos Olímpicos.
No se puede decir que estas cantidades pagadas a las productoras por rodar en Ciudad de la Luz supongan un imán de ingresos para la compañía. En 2009, la cifra de negocios de la empresa pública apenas superó los 0,3 millones de euros. Sólo los gastos de personal, 0,96 millones, superan con creces los ingresos.
La Generalitat defiende que esta inversión tiene como objetivo potenciar el sector audiovisual en la Comunidad Valenciana y que el efecto de la inversión tiene beneficios en la sociedad más allá de los puramente contables. Esta apuesta, sin embargo, choca con lo que piensan otros actores del sector audiovisual europeo, entre ellos Pinewood, los grandes estudios privados británicos donde se graban las películas de James Bond, que mantienen una denuncia ante la Comisión Europea (CE) de la Competencia.
La CE mantiene abierta una investigación para determinar si la financiación concedida por la Generalitat a Ciudad de la Luz constituye una ayuda pública ilegal que falsea la competencia entre estudios cinematográficos europeos. Alegan las denunciantes que es difícil competir contra unas instalaciones que pagan por conseguir clientes, usando para ello dinero público.
El complejo cinematográfico de Alicante, que se sigue ampliando con nuevas instalaciones, tenía previsto alcanzar resultados positivos este mismo año. Sin embargo, según consta en la memoria, "como consecuencia de la ralentización en la ejecución del proyecto debido a la situación de crisis económica generalizada que impide la aplicación de recursos económicos al mismo en la actualidad, la obtención de beneficios se prevé a medio plazo".
Ciudad de la Luz cuenta con la participación en la gestión de una empresa privada, Aguamarga, que mantiene con Ciudad de la Luz un acuerdo que ha sido reiteradamente criticado por su falta de claridad por la Sindicatura de Comptes, el auditor público de las cuentas autonómicas.
Préstamos que se aplazan y amplían
La inversión prevista en Ciudad de la Luz se acercará cuando esté totalmente terminada a los 300 millones de euros, sin contar posibles desviaciones presupuestarias. Todo ese capital sale de las arcas públicas. El accionista único es Sociedad Proyectos Temáticos (SPT), la empresa de la Generalitat Valenciana que agrupa participaciones en varias empresas, entre ellas Terra Mítica.SPT presta dinero a Ciudad de la Luz tanto para las obras como para el gasto ordinario. Así, mantiene un préstamo de 95 millones con vencimiento en 2015, y otro de 20 millones a devolver en 2017, firmados en 2005 y 2007 respectivamente.En 2008 empezó una peripecia de financiación un tanto peculiar. A mediados de aquel año, se firmó un nuevo préstamo, en este caso convertible en acciones, por 10 millones que se debía devolver el 31 de diciembre. Sin embargo ya en enero de 2009, se firmó un anexo que ampliaba tanto el importe, hasta los 20 millones, como el plazo de devolución: junio de ese año.En marzo, se firma un segundo anexo. Se vuelve a ampliar la cantidad, hasta los 30 millones de euros, y se marca una nueva fecha de vencimiento, el 30 de diciembre de 2009.Un mes antes de esa fecha, se firma un tercer anexo por el que se amplía el principal en un importe máximo de 20 millones -ya sumarían 50 millones en total- y se extiende el vencimiento hasta final de este ejercicio. No hay noticias de modificaciones posteriores, aunque parece que al final se capitalizará el crédito.
Accionista del básket
Ciudad de la Luz ha patrocinado en varias temporadas al club de baloncesto de Alicante Lucentum, que militó en la ACB. Pero al margen de la publicidad, se da la circunstancia de que la empresa pública es accionista del club, con un 11,64% del capital, que alcanzó tras desembolsar unos 300.000 euros.