Las constructoras esperan el detalle del plan inversor de EE UU
Las grandes constructoras españolas esperan con interés la concreción en proyectos del plan de infraestructuras de Estados Unidos anunciado por Barack Obama, pero que podría paralizarse en el Congreso.
El plan de renovación de infraestructuras de Estados Unidos, presentado el lunes por Barack Obama y valorado inicialmente en 39.000 millones de euros, interesa y mucho a las grandes empresas constructoras españolas, aunque estas esperan a que se detalle en proyectos concretos. De momento, la Casa Blanca ha explicado que se renovarán 240.000 kilómetros de carreteras, se crearán o mantendrán 6.500 de ferrocarril, y se rehabilitarán otros 240 de pistas de aterrizaje.
"En teoría suena muy bien, porque adjudicarse una parte de ese montante supondría una oportunidad de reforzar posiciones, aunque habrá que esperar a que se traduzca en proyectos individuales", explican desde FCC. La firma, que suma 5.000 millones de euros en contratos en el extranjero en lo que va de año, tiene tres fábricas de cemento en Estados Unidos, controla la gestión de marquesinas en tres grandes ciudades y ha sido premiada por la construcción de una autopista en Miami (Florida).
De forma similar, fuentes de Ferrovial afirman seguir las evoluciones "con gran interés, aunque, lógicamente, el plan tendrá que ser detallado". Su presencia en el país se centra en cinco concesiones de autopistas ya operativas o en construcción, con inversiones que suman cerca de 9.800 millones de euros, y en la gestión de las maletas en 48 aeropuertos.
Otras grandes constructoras con presencia en Estados Unidos se mantienen a la expectativa. Es el caso de ACS, que realiza obra civil en el metro de Nueva York y gestiona tres autopistas; Acciona, que está abierta a extender a las infraestructuras su implantación en el ámbito de las energías renovables (ya cuenta con cinco parques eólicos); y OHL, que participará en la ampliación del metro de Miami, donde construirá el mayor intercambiador de autopistas.
Pero el interés también alcanza a firmas como Sacyr Vallehermoso, que todavía no tiene presencia activa en EE UU, pero cuyo negocio internacional pondera alto (56% de sus ingresos totales y 69% en la rama constructora). "Tenemos hecha mucha labor comercial cuyos frutos empezarán a cosecharse en el próximo futuro; en este sentido, el plan de infraestructuras constituye una oportunidad adicional de entrada al país", explican desde la empresa.
Pendiente de aprobación
El plan de infraestructuras de Obama es, sin embargo, aún una propuesta con incierta concreción práctica debido a que el Congreso debe aprobar el gasto. Un asunto complicado en un periodo preelectoral como el actual (se renuevan las Cámaras legislativas en noviembre), y con una minoría republicana que puede parar y de hecho ha parado todas las iniciativas de estímulo desde hace meses, informa Ana B. Nieto. El Congreso tiene una agenda muy limitada hasta la campaña electoral y entre los más conservadores queda poco apetito por ampliar la intervención del Gobierno en la economía cuando el déficit es tan elevado.
Aunque los planes de infraestructuras suelen ser bienvenidos por ambos lados de las cámaras y la mayoría de los gobernadores, en esta ocasión algunos portavoces republicanos ya han mostrado su oposición.