¿Quién ha robado a los gitanos?
La Comisión Europea ha descubierto hoy que alguien se está quedando o malgastando los 17.500 millones euros comunitarios presupuestados entre 2007 y 2013 para facilitar la integración del pueblo gitano. Bruselas, con su movimiento reflejo más habitual, ha decidido crear un grupo de trabajo (pero, ojo, de alto nivel) para intentar averiguar dónde está yendo a parar ese dinero.
La gravísima acusación contra las autoridades de los 12 países beneficiarios de las ayudas (España, entre ellos) la ha lanzado esta tarde en el Parlamento Europeo la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, en el marco del debate sobre la expulsión "voluntaria" en Francia de 700 ciudadanos europeos romaníes hacia sus países de origen (Rumania, sobre todo).
Reding, como el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, se ha dado por satisfecha con las explicaciones del Gobierno Sarkozy sobre la legalidad de esas expulsiones. Y, probablemente, con razón, porque las directivas comunitarias sobre libre circulación de personas y trabajadores ofrecen cierta discrecionalidad a las autoridades nacionales para permitir o no la presencia de nacionales de otro país comunitario.
Pero la polémica (o moribunda serpiente de verano, ya veremos) ha alcanzado tal envergadura que la CE tiene que disimular su silencio cómplice con París. Y nada mejor para desviar la atención que un grupo de trabajo para estudiar unas partidas presupuestarias cuya utilización, se supone, son auditadas regularmente.
Pero el tema de debate no era ese, como le ha recordado a Reding, entre otras, la europarlamentaria Franziska Keller, de los Verdes. La cuestión es la legalidad o no de la campaña policial emprendida por Sarkozy en plena debacle de su popularidad, como apuntó, sin mencionar a Francia, el europarlamentario socialista Juan Fernando de López Aguilar.
Bruselas parece que le ha dado el visto bueno. Lo demás es un problema de malversación presupuestaria muy grave y la CE debería explicar por qué no lo había denunciado hasta ahora.
Foto: cartel de Hsolt Hátszegi en la puerta de la Comisión Europea (B. dM., marzo 2010).