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La recesión propicia que los divorcios caigan un 11% en 2009

Hasta que la muerte (de la crisis) nos separe

¿El dinero no da la felicidad? Tal vez, pero es posible que sí sea capaz de quitarla en lo que se refiere a la vida conyugal. En 2009, se produjo un descenso del 10,7% en el número de disoluciones de matrimonios respecto al año anterior, según los datos que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer. Una tendencia a la baja que comenzó en 2007, año que coincide con la irrupción de la crisis en España.

La recesión es, precisamente, la culpable de ese descenso según algunos de los expertos consultados: "en un divorcio existen dos tipos de costes. Por una parte se genera una nueva unidad familiar, y por la otra, el propio coste del divorcio en sí", indica Ana Clara Belío una de las tres socias fundadoras del bufete Aba. La abogada afirma que la disolución afecta principalmente al bolsillo, razón por la que muchas parejas optan por posponer el no quiero hasta la llegada de tiempos más benignos. "No es que las parejas se lleven mejor sino que ahora les resulta más caro separarse. Cuando pase la debacle el número de rupturas aumentará de nuevo", afirma Esteban Cañamares, psicólogo especializado en la pareja y en la familia.

La crisis económica puede haber aplazado la ruptura de algunos matrimonios con problemas, añade Mariano Martínez-Aedo, vicepresidente del Instituto de Política Familiar (IPF). Con todo, desde este organismo opinan que el número de divorcios en España es muy elevado en comparación con otros países europeos debido a varios factores. La falta de ayudas familiares y la llamada ley de divorcio exprés, son su juicio, algunos de los culpables del aumento en el número de rupturas de los últimos años.

"La crisis ha destapado muchos problemas de familias que ya estaban allí", indica Luis Zarraluqui hijo. El bufete de abogados Zarraluqui especializado en familia no ha observado una disminución en las peticiones de divorcio. Pero sí asegura que existe una mayor demanda de peticiones de modificación de sentencias de divorcios.

Los expertos apuntan que la parejas optan cada vez más por intentar soluciones que les supongan un menor coste. En ese sentido, el INE apunta que un 64,6% de las disoluciones matrimoniales en el año 2009 fueron de mutuo acuerdo, lo que supone un aumento respecto al 63,7% registrado el año anterior. Y es que el coste del divorcio suma y sigue dependiendo de los términos de la separación y de si hay hijos de por medio.

"Cuando un progenitor abandona el domicilio se produce una duplicidad de gastos, aunque la nómina continúa siendo la misma", explica Belío. Además, si en la pareja hay hijos, el coste de divorciarse para caminar en solitario pero sin haber llegado a un previo acuerdo con la que una vez fue la media naranja, puede llegar a suponer unos 6.000 euros de media. Mientras que sin prole, la suma se reduce la mitad oscilando entre los 2.000 y los 3.000 euros.

Coste psicológico

"Uno de los requisitos para la felicidad es el bienestar económico", recuerda Esteban Cañamares, psicólogo especializado en la pareja y en la familia. En esta década, ha habido una tendencia al alza en las rupturas de los matrimonios. En los últimos diez años, un millón de personas han pasado a engrosar las filas de la soltería, según cifras del IPF.

Un fenómeno que el psicólogo achaca a la forma de cambio asincrónico en la pareja. Es decir, cuando una de las personas cambia su mentalidad de forma estructural. Una situación que en España se produce con más frecuencia que en el resto de países europeos debido a la gran y rápida transformación que ha experimentado la sociedad en los últimos años. "Ha cambiado mucho la mentalidad de los españoles. Ahora se viaja más, se está en contacto con otras culturas, incluso hay mayor apertura sexual. Así que hay más diferencias en todos los sentidos".

"Desde el punto de vista psicológico el hecho de no poder separarse por una simple cuestión económica es una mala noticia" continúa el experto. "Cuando una persona quiere romper pero no puede se crean una serie de tensiones que repercuten en su entorno y principalmente en los hijos". Y la situación se alargará hasta por lo menos el final de 2011. En opinión de Aba, no se verán cifras como las de 2007 hasta al menos un año más. "Cuando la crisis remita se volverán a las mismas estadísticas anteriores".

La ruptura

Perfil del divorciadoEdad: el mayor número de disoluciones se produjo en un rango que oscilaba entre los 40 y 49 años.Nacionalidad: la mayor parte de las rupturas se produjeron entre españoles ( 87,2%). En el 8,4% uno de los cónyuges era extranjero y en el 4,4% ambos eran foráneos.Hijos: el 53,6% de los matrimonios disueltos tienen hijos menores de edad. El 30,7% tiene un sólo hijo.Tiempo: la duración media de los matrimonios que acaban en separación es de 15,6 años.

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