Nuevos requisitos para enseñar secundaria
El ministerio endurece la formación de los docentes contratados en centros privados
Las condiciones de formación exigidas al profesorado para ejercer la docencia de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato en los centros privados han cambiado tras la publicación en el BOE del pasado 17 de julio los nuevos requisitos que deben cumplir estos docentes.
Para poder impartir la enseñanza los profesores deben reunir ciertos requisitos de formación. Además, de estar en posesión del título de licenciado, ingeniero, arquitecto o un título oficial de educación superior de graduado es obligatorio acreditar una cualificación específica para impartir las materias respectivas.
En cuanto a la experiencia docente o la formación de educación superior, esta debe consistir en la superación de al menos 24 créditos ECTS de formación, realización de actividades de formación del profesorado o impartición de clases por un periodo de 12 meses en centros públicos o privados. Otras de las novedades, impuestas por el Ministerio de Educación, está relacionada con la formación pedagógica y didáctica de los docentes. En este sentido, será necesario que los educadores obtengan un título oficial de Máster que lo acredite, que diferentes universidades como la UNED han puesto en marcha para este propósito.
El real decreto establece condiciones específicas también para el desarrollo de funciones de orientación educativa. De hecho, para poder ejercer estas labores los títulos válidos son solamente los de pedagogía, psicología o psicopedagogía. Para el resto de graduados resulta imprescindible acreditar la formación complementaria suficiente que estará determinada por las respectivas administraciones educativas.
La revisión de la anterior normativa vino propiciada por dos motivos. El primero, la adecuación a la doctrina reiterada del Tribunal Constitucional que recomienda elevar el rango de la regulación sobre la formación inicial del profesorado.
El segundo, el proceso europeo de convergencia educativa que conlleva la necesidad de revisar las exigencias de formación inicial del profesorado.
Con estas modificaciones se pretende avanzar en la adecuación a las nuevas titulaciones, derivadas de la implantación progresiva del Espacio Europeo de Educación Superior.