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Mercados

La huida hacia la calidad aplaza el rebote de la Bolsa

Los técnicos advierten que la pérdida de los 9.800 puntos aceleraría las caídas

La huida hacia la calidad aplaza el rebote de la Bolsa
La huida hacia la calidad aplaza el rebote de la BolsaBLOOMBERG

La huida de los inversores a los activos sin riesgo puede entorpecer el rebote de la Bolsa. El Ibex se aferra a la cota psicológica de los 10.000 puntos pero el dinero sigue sin entrar con alegría en la renta variable. La inquietud que genera el panorama económico en EE UU ha acelerado las compras de deuda, una tendencia que retrasará el asalto al siguiente objetivo para el Ibex, el entorno entre los 10.400 y los 10.500 puntos, según los expertos técnicos.

Los motivos para la cautela no faltan. "Los indicadores económicos para los próximos dos trimestres dan señales de debilidad. Hay más riesgos a la baja que al alza para las Bolsas. Hay empresas de calidad pero el inversor ahora mismo no parece dispuesto a apostar por el riesgo. La huida hacia los activos refugio evidencia que los inversores se están posicionando para preservar el capital", explica Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros.

La Bolsa necesita gasolina para subir y mientras el dinero siga miedoso, las posibilidades de que se afiance el rebote se reducen, especialmente si crece la demanda de activos sin riesgo tal y como evidencian las compras recientes de bonos o la guerra de depósitos en la que se encuentra inmersa la banca.

Los analistas fijan la próxima resistencia en los 10.400 puntos

La evolución de la sesión del viernes, no obstante, dejó un buen sabor de boca. Los datos del PIB que llegaron de EE UU resultaron menos malos de lo previsto y al final se evitó el peor de los escenarios. Los inversores apostaron por la Bolsa y vendieron deuda, lo que permitió que el Ibex cerrara en los 10.148,2 puntos y se alejara del soporte crítico de los 9.800 puntos con el que tonteó durante la semana, evitando así uno de los escenarios más temidos por los analistas técnicos. Y es que muchos no descartaban que un mal dato de PIB en Estados Unidos propiciara la pérdida de esa cota y diera paso un escenario correctivo bajista que amenazaba con llevar la Bolsa a los 9.000 puntos.

"La pérdida del soporte intermedio de los 10.170 puntos proporciona una mayor fortaleza a la señal de debilidad y se mantiene como referencia principal el soporte crítico de los 9.800", advertían desde Noesis al inicio de la sesión.

Superada la prueba de fuego del viernes, la pregunta para muchos es saber si el mercado tiene o no recorrido adicional.

"Respetar la zona entre los 9.775 y los 9.800 puntos, referencia clave para el mercado, hace pensar que podríamos esperar un rebote. La clave para ver si es fiable o no es ver si viene acompañado de un aumento del volumen de negocio", explica Miguel Pareja, de Cai Bolsa.

El mes de agosto se ha caracterizado por la ausencia del inversor final. En la sesión del viernes se intercambiaron títulos por 1.757 millones de euros, una cifra inferior a la media mensual de agosto de 2.443 millones y muy alejada de la media diaria anual de 4.200 millones de euros. Por tanto, la incorporación a partir de la próxima semana de muchos inversores tras el periodo vacacional resultará decisiva para determinar el rumbo que tomará el mercado.

Los analistas extreman la cautela antes de mandar mensajes demasiado optimistas aunque muchos recuerdan que también hay motivos para apostar por la Bolsa. Las atractivas valoraciones de muchas compañías y el resurgir de las fusiones, un síntoma de normalización económica, juegan a favor de la inversión. En caso de que el mercado consiga enderezar el rebote, los expertos de Noesis fijan la próxima resistencia en los 10.352, mientras que otros cifran ese primer asalto algo más allá, entre los 10.400 y los 10.500 puntos.

En cualquier caso, la mayoría de las previsiones apuestan por un mercado de rangos para los próximos meses hasta que se despeje algo más el panorama económico.

La prima de riesgo de Irlanda, en máximos

Las compras de deuda gubernamental se impusieron en Europa el pasado viernes, una apuesta que no impidió que la prima de riesgo de Irlanda concluyera la semana en niveles récord. La rebaja de rating al país por parte de Standard & Poor's siguió coleando y el diferencial entre el bono irlandés a 10 años (5,73%) y el bono alemán (2,2%) al mismo plazo concluyó la semana en los 352 puntos básicos.Standard & Poor's rebajó la nota de Irlanda de AA a AA- y mantuvo la perspectiva en negativo para reflejar su preocupación por el coste que tendrá para las arcas públicas las ayudas conferidas a la banca del país. La agencia teme que la autorización de un inyección adicional de 10.000 millones de euros de fondos públicos a Anglo Irish Bank provoque que la deuda de Irlanda se eleve al 113% del PIB en 2012. Y precisamente las dudas sobre la salud del sistema financiero irlandés han aumentado la percepción de riesgo del país.Las malas noticias que rodearon a Irlanda también contagiaron a Portugal y la prima de riesgo del país se ha ampliado esta semana hasta los 331 puntos básicos, un nivel que se acerca poco a poco al máximo del año de 348,8 puntos básicos.España, sin embargo, ha evitado sufrir por los problemas ajenos. La confianza sobre el país está en auge y esta semana la prima de riesgo se ha mantenido en los 184 puntos básicos, un diferencial elevado que se debe más a las fuertes compras de deuda alemana (en zona de rentabilidades mínimas) que a las ventas de deuda española puesto que el bono a 10 años está en el 4,05%, lejos del máximo de 4,8% de junio.

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