Berna no ha entregado los 4.450 datos solicitados por EE UU al concluir plazo
Suiza todavía no ha terminado la entrega al fisco estadounidense de los datos bancarios de 4.450 clientes del banco UBS, al concluir hoy el plazo establecido para ello por el acuerdo extrajudicial firmado hace algo más de un año por ambos países.
Según indicó hoy en un comunicado el Secretariado de estado para Cuestiones Financieras Internacionales (SFI), "la Administración federal de las contribuciones ha terminado dentro del plazo el examen de los 4.450 casos" de los clientes de UBS reclamados por el fisco estadounidense.
Pero "la entrega de los datos aún no ha concluido y será efectiva en gran parte este otoño", agrega el comunicado difundido en internet.
Hasta el momento, las autoridades helvéticas han transmitido al fisco de Washington más de la mitad de la información requerida.
Suiza y EEUU han comenzado las discusiones sobre la fase terminal de la puesta en práctica del acuerdo, y ambas partes no dudan de que las autoridades estadounidenses recibirán la mayor parte de los datos solicitados y que Washington retirará definitivamente el proceso civil abierto contra el banco UBS en EE UU.
EE UU había emprendido a finales de 2008 una persecución de sus ciudadanos con cuentas escondidas para evadir impuestos, una práctica de la que UBS fue cómplice, según confesaron a la Justicia estadounidense sus propios gestores de fortunas.
Entonces, Washington reaccionó con la exigencia a UBS de que entregase los datos de 52.000 de sus clientes en EE UU, lo que suponía desafiar al estricto secreto bancario imperante en aquel momento en Suiza.
El gobierno suizo se implicó en el asunto al considerar que el conflicto no sólo concernía al banco, sino que se trataba de una disputa jurídica entre ambos países y que de su resolución dependía en gran medida la estabilidad de la plaza financiera helvética.
El acuerdo extrajudicial alcanzado el 19 de agosto de 2009 paralizó posibles acciones contra UBS en EE UU, en espera de que Berna entregase los datos de las 4.4350 cuentas solicitadas.
Pero el acuerdo fue contestado en distintos sectores helvéticos, que lo vieron como una brecha en el secreto bancario, hasta el pasado junio el Parlamento lo aprobó definitivamente.