La fortaleza de la libra esterlina y el recorte de precios reactivan la llegada de turistas
España recibió en julio 6,9 millones de visitas, lo que supuso un incremento del 4,5% en tasa interanual, según los datos del Ministerio de Industria. Se trata del alza más elevada en 26 meses, provocada por la debilidad del euro (lo que abarata el coste para países que no usen esa moneda) y el ajuste en precios de los alojamientos hoteleros, que acumulan un abaratamiento promedio del 10% desde principios de 2008.
La industria turística empieza a ver la luz al final del túnel. La crisis económica en Reino Unido, Alemania y Francia (de dónde proceden el 60% de los turistas extranjeros) y la fortaleza del euro propiciaron que la entrada de turistas se resintiera a partir de 2008. Esa merma provocó que España perdiera el segundo puesto como destino mundial más visitado en favor de EE UU.
El deterioro se hizo más evidente en 2009 y ha provocado, según las estimaciones realizadas por algunos organismos internacionales, que España haya cedido el tercer puesto ya en favor de China. Durante el pasado ejercicio, España perdió más de cinco millones de visitantes y cerca de 3.600 millones de euros, como consecuencia del recorte en los viajes y del traslado de un gran número de turistas hacia otros destinos con precios mucho más atractivos.
Entre ellos destacan Turquía, Egipto, Túnez o Croacia, destinos que se han convertido en competencia directa de España con unas ofertas mucho más competitivas. Incluso el Caribe se vio beneficiado el año pasado de la debilidad del dólar y ganó cuota de mercado en detrimento de otros destinos europeos. Esa tendencia a la baja se mantuvo durante el primer semestre de este ejercicio, en el que se alternaron las bajadas y las subidas en función de factores coyunturales, como la Semana Santa o la nube volcánica en Islandia.
Sin embargo, esos vaivenes han desaparecido en el primer mes de temporada alta gracias a la coincidencia de dos factores: la depreciación del euro y el recorte de precios. Desde que tocara máximos a principios de marzo, la libra esterlina se ha revalorizado un 11% frente al euro, lo que ha abaratado el coste de los viajes de los turistas británicos.
Auge de los países nórdicos
Un dato que no es baladí, si se tiene en cuenta que Reino Unido es el primer mercado emisor de turistas a España, con un 24% del total. Y eso ha servido para que en julio, las entradas de visitantes británicos crecieran por primera vez en 25 meses, al avanzar un 1% en tasa interanual. De la debilidad del euro también se han beneficiado los turistas de otros países, como EE UU (cuyas entradas aumentaron un 32,1%) o los de Dinamarca, Noruega o Suecia. La demanda procedente de esos tres países ha crecido por encima del 16% y ha provocado que los países nórdicos (excepto Finlandia, que pertenece a la zona euro) se hayan convertido en la cuarta nación en la clasificación de emisores, superando a otros tradicionalmente más fuertes como Italia u Holanda.
Frente a esta reactivación de la llegada de visitantes, el Ejecutivo se mostró ayer muy cauto ante la inestabilidad que ha presentado la entrada de turistas a lo largo de este año. El secretario general de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida, valoró de forma muy positiva el incremento de julio y confirmó la previsión oficial para este año (que estima un crecimiento muy suave respecto al ejercicio pasado, en el que se alcanzaron los 52 millones). "Este año será algo mejor que 2009, a pesar de que se trata todavía de un año de transición hacia la recuperación", indicó.
Mesquida destacó el incremento experimentado por el mercado británico, "que aún siendo pequeño, rompe con la tendencia de descensos registrada desde hace dos años". No obstante, admitió que la contracción del número de turistas británicos en todo el mundo "es muy pronunciada, por lo que este mercado todavía tardará en recuperarse". El segundo factor que ha impulsado la llegada de turistas ha sido la rebaja de precios aplicada por el sector, que en muchos casos ha ido contra el margen de las propias compañías. Los dos principales costes de un viaje (el avión y el hotel) han experimentado un fuerte abaratamiento como consecuencia de los descuentos aplicados al precio de los billetes de avión y de las habitaciones de los hoteles.
En el primer caso, el ajuste se produjo de forma brusca por la irrupción de las líneas aéreas de bajo coste. A principios de 2008, estas aerolíneas transportaban al 36% de los pasajeros que visitaban España; en junio de 2010, ese porcentaje se elevó al 58% del total. En el caso de los hoteles, el recorte de precios se ha producido en paralelo a la entrada de visitantes. En el verano de 2008, la entrada de turistas empezó a registrar tasas negativas; pocos meses después, los precios de los hoteles empezaron a caer y así se han mantenido durante 21 meses, acumulando una caída del 10% en ese periodo, según el INE. De hecho, la mayor entrada de visitantes en julio no ha venido acompañada de un incremento de precios, si no que éstos se han mantenido en tasas negativas.
Ese es uno de los principales frentes abiertos por el sector hotelero, que considera que está ofreciendo servicios de mucha calidad a un precio muy bajo para intentar mantener la demanda. Esa rebaja de precios ha sido uno de los principales señuelos que se ha utilizado para atraer turistas extranjeros, como demuestra el hecho del repentino repunte experimentado por el alojamiento hotelero en los dos últimos meses. Esta forma de alojarse cayó con fuerza desde 2008 por la irrupción de las líneas de bajo coste e internet, que provocaron que los turistas dejaran de contratar paquetes turísticos, en los que se incluía el hotel, a cambio de tener libertad para elegir cuándo y dónde dormir. Sin embargo, las agresivas ofertas de precios han provocado un repunte del alojamiento hotelero en junio y julio, con crecimientos cercanos al 10%.
El secretario general de Turismo también terció ayer en este asunto al calificar como buena la relación calidad-precio de España como destino turístico, aunque exigió más esfuerzos "para mejorar la competitividad, especialmente en sol y playa y en los destinos maduros, donde hay un trabajo que coordinar con el resto de las administraciones implicadas". En su opinión, la salud del sector no sólo hay que medirla en cifras de llegadas, "sino también en el gasto que los turistas extranjeros realizan". Y la evolución de ese indicador muestra mejores resultados que la entrada de visitantes ante el crecimiento experimentado por otros mercados emisores, como EE UU, los países nórdicos u Holanda, cuyo gasto medio diario es muy superior al de los tres grandes emisores (Reino Unido, Alemania y Francia).
Así se puede comprobar si se superponen las evoluciones de la entrada de turistas y de gasto, en las que se constata que los ingresos no sólo no han bajado con el descenso de visitantes, sino que se han mantenido e incluso han crecido.
A falta de conocer los datos de julio, que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo hará públicos el viernes, la tendencia muestra que mientras la entrada de visitantes bajó un 1,8% en el primer semestre, el gasto total mejoró un 0,1% en el mismo periodo. Eso quiere decir que vienen menos turistas, pero los que vienen gastan más dinero.
Las cifras
1% es el aumento registrado por el turismo británico en julio. Se trata del primer dato positivo desde mayo de 2008.10% es el recorte de precios experimentado por los hoteles en dos años y medio, según el INE.20.772 millones de euros es el gasto de los visitantes a junio, un 0,1% anual más.
"La prioridad es renovar los destinos maduros"
El ajuste presupuestario que ha sufrido el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se llevó por delante la Secretaría de Estado de Turismo, que quedó relegada a una secretaría general. Pese a ello, el ex secretario de Estado y actual secretario general, Joan Mesquida, confirmó ayer que el recorte no va a trastocar los planes de los dos últimos años.Y la principal prioridad, según Mesquida, es la coordinación de los planes de rehabilitación integral de los destinos maduros. El más avanzado de todos ellos es el de la Playa de Palma que, según Margarita Nájera, gerente del consorcio encargado de las obras, prevé eliminar en los próximos diez años entre el 40% y el 60% de las 43.000 plazas hoteleras que existen en esta zona turística de la capital balear.El proyecto pretende cambiar el modelo turístico aumentando la categoría de los hoteles de dos a cuatro estrellas, "para que deje de ser un destino de visitantes con bajo poder adquisitivo".